(Libertad Digital) Para combatir el incremento del número de parados, que ya supera los cuatro millones, los socialistas reclaman la colaboración de autonomías y oposición. La "preocupación" por el aumento del paro es el argumento central del manifiesto socialista, en el que se explica a los trabajadores que el Gobierno está "movilizando todas" sus "energías para conseguir que aquellos que han perdido su empleo lo recuperen en el menor tiempo posible".
Además, los socialistas "reclaman" el apoyo de "los gobiernos autonómicos" y "exigen" a "la oposición política altura de miras y corresponsabilidad en la gestión de la crisis económica". Para conseguir la recuperación económica, explican, "el Ejecutivo pretende establecer un Gran Acuerdo Económico y Social que abarque no sólo el mercado de trabajo, sino también los diversos aspectos que inciden en la competitividad de nuestro sistema productivo", informa Servimedia.
Rechazo a la reforma laboral
El PSOE hace un "llamamiento" a los trabajadores para que se manifiesten "por la defensa del empleo, la inversión pública y la protección social", coincidiendo con el lema de CCOO y UGT. "En Europa", recuerda el texto, "hemos logrado un modelo laboral digno, protegido, basado en los sindicatos, en la negociación colectiva, en el Derecho laboral, en las instituciones sociales. Todo ello está siendo cuestionado por la competencia en la globalización. El futuro del trabajo digno no está asegurado".
El PSOE rechaza así cualquier intento por reformar el mercado laboral, tal y como reclaman los empresarios, el Fondo Monetario Internacional (FMI) o la Comisión Europea, entre otros organismos. Frente a esto, apuesta por aumentar el salario mínimo.
El salario mínimo genera paro
El salario mínimo es la retribución mensual por debajo de la cual está legalmente prohibido que se celebren contratos de trabajo, aunque estuvieran de acuerdo las dos partes. El Gobierno subió en 2009 un 4% esta retribución mínima, desde 600 euros mensuales hasta los 624 euros. De hecho, tiene como objetivo situarlo en los 800 euros mensuales para 2012.
Sin embargo, este tipo de medidas, tal y como explica Rafael Pampillón, profesor del Instituto de Empresa, "muchos investigadores económicos, por ejemplo Martin Feldstein y Charles Brown, demuestran que el salario mínimo genera desempleo y que la subida del salario mínimo aumenta todavía más ese desempleo".
Sin embargo, "la mayoría de la gente piensa que los trabajadores de baja cualificación y los que buscan su primer empleo, que son los que cobran salarios bajos, se van a beneficiar de un salario mínimo más alto. Cobrarán más. Esto es falso, tal como demuestran los autores antes citados, por la sencilla razón de que el empresario puede decidir que no le merece la pena pagar ese salario y no contratar o despedir al trabajador, organizando la empresa de otro modo (por ejemplo, mecanizando la tarea)", añade.
En este caso, Pampillón indica que "la subida del salario mínimo, tal como está sucediendo, generará desempleo y el parado tendrá que conformarse con una prestación por desempleo, inferior a su antigua retribución si no tiene hijos a su cargo, y que disminuirá con el paso del tiempo".
"Arma de destrucción masiva de empleo"
Además, el Gobierno cree que protege a los desempleados jóvenes o de baja cualificación prohibiéndoles aceptar empleos con remuneración insuficiente (es decir, inferior al nuevo salario mínimo), cuando muchos sí estarían dispuestos a aceptarlos.
Por si ello fuera poco, "la subida del salario mínimo tampoco beneficia a la competitividad internacional de la economía española. Tenemos un descomunal déficit comercial. Importamos mucho más que lo que exportamos. El alza de los costes laborales, desde luego, no es la mejor receta para ganar competitividad internacional", advierte.
De este modo, Pampillón concluye que "con el salario mínimo ocurre lo mismo que con otro tipo de medidas de política económica, aunque su adopción puede no ser beneficiosa para el conjunto de la economía, sin embargo, es popular y consigue votos", Sin embargo, en realidad, "la subida del salario mínimo es un arma de destrucción masiva de empleo".