Orgullosa se ha mostrado Leire Pajín de la reforma laboral que pretende llevar a cabo el Gobierno, a pesar de que ha fracasado el diálogo social que los socialistas consideraban prioritario.
Tras una introducción inicial que se viene repitiendo desde hace semanas y en la que recuerda las medidas "duras" que se han tomado en Alemania y Reino Unido "similares" a las de España, Pajín ha dicho que el PSOE está abierto a tramitar la reforma laboral como proyecto de ley y no como decreto-ley.
Después de la reunión de la Ejecutiva Federal del partido, que ha estado presidida por el secretario general de los socialistas, es decir, por el propio Zapatero, Leire Pajín ha comunicado a los periodistas que el partido califica de "tremendamente positiva" la propuesta del Gobierno, al estimar que será "una de las más profundas" de todas las llevadas a cabo hasta ahora y, al mismo tiempo, "equilibrada" con los tiempos actuales.
"Está dirigida (la reforma laboral) a aquellos que tienen más problemas para encontrar un empleo o a quienes tienen un contrato precario". Pajín ha querido hacer hincapié en que han "agotado hasta el último minuto el diálogo social", que "siempre" han creído en él, algo que les diferencia del PP, y ha querido mitigar el sonado fracaso de este diálogo asegurando que "todas las propuestas" de los agentes sociales "han servido" y que han quedado recogidas en la reforma presentada por el Gobierno.
"Agotados todos los esfuerzos ha empezado el tiempo de la verdad. El Gobierno tiene que asumir su responsabilidad, ha llegado el momento de que los grupos políticos opinen sobre él", ha proclamado Pajín.
Según la dirigente socialista, la propuesta ya está "articulada, detallada, hasta por escrito", por lo que los grupos pueden opinar y "si no están de acuerdo que presenten su alternativa". "Al PP no se le ha escuchado nunca cuál es su propuesta" y ha añadido que "produce sonrojo" escuchar a los populares decir que "son el partido de los trabajadores".
El Gobierno aprobará el decreto-ley el próximo miércoles y, presumiblemente, el texto se someterá a la convalidación del Congreso el día 22, aunque los diputados podrían acordar su tramitación como proyecto de ley, algo a lo que el PSOE en principio no se opone.
"No hay espacio para medias tintas, para parches. Es el momento de una reforma de calado".
Leire Pajín ha negado que esta reforma suponga un abaratamiento del despido, dice que hay "un equilibrio en el coste del despido", pero que de cualquier manera "éste no es el elemento más importante" de la reforma sino la "contratación": que haya "más empleo y más estable".
"La economía española goza de buena salud, es solvente", ha proclamado la dirigente socialista, quien ha instado a todos los dirigentes políticos a que transmitan este mismo mensaje para no perjudicar a la ya maltrecha confianza en España. Quizá ese mensaje también esté dirigido al ex presidente Felipe González quien hace tan solo cuatro días alertaba de "que estamos mal" y de que "tenemos unas cifras jodidas".