"Standard and Poor´s tenía en máxima calificación de solvencia a Lehman Brothers cuando quebró". Este es el encabezado de un documento de dos páginas elaborado por el PSOE para que sirva de guía a los diputados socialistas cuando sean preguntados por la decisión de esta agencia de calificación de rebajar otro peldaño más la calidad de la deuda española.
El panfleto está realizado como un documento escolar, con diagramas, diferentes tamaños de letra y colores, para que los representantes socialistas no se pierdan cuando sean asaltados por periodistas y miembros de la oposición.
El texto establece "tres consideraciones" a defender en la batalla dialéctica. La primera de ellas es que "no parece razonable que la agencia rebaje la perspectiva positiva a España, cuando tanto indicadores como analistas reflejan una clara mejoría económica".
La segunda es que "los hechos, demuestran que hay que ver con cierta relatividad las opiniones de las agencias de rating" y, la tercera consigna es que es "bueno, pero no imprescindible" que estas agencias tengan en buena consideración a España.
Cada uno de estas "consideraciones" tienen una serie de puntos destacados para los diputados –y ministros- puedan contestar de forma rápida, concisa y segura. Así por ejemplo señala que "en estos momentos hay que ver con cierta relatividad las opiniones de estas agencias", que "países con economías tan potentes como Japón, Italia y Bélgica no tienen la triple A", que es la mejor calificación que dan estas instituciones.
El panfleto-guía llega incuso a anticipar las preguntas de la portavoz del PP en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, que cita de forma explícita: "este Gobierno y su presidente es la verdadera prima de riesgo de la economía española". Y para contestar a la diputada popular, el documento recomienda a los socialistas recordar dos cosas:
1. España nunca tuvo la máxima calificación de Standard and Poor´s en ocho años de Gobierno del PP2. La tuvo, por primera vez en su historia, con el Gobierno de Zapatero en diciembre de 2008
El texto concluye que los diputados del PSOE tienen que decir que "lo que hace el principal partido de la oposición en momentos delicados, tiene también reflejo en los mercados internacionales, para ayudar o perjudicar al país".