El equipo económico del PP no da crédito ante las formas del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. A menos de 24 horas para que se apruebe por decreto la reforma laboral, los populares todavía no tienen en sus manos el texto definitivo. Y no lo tienen porque, según se justificó el ministro Celestino Corbacho, todavía puede sufrir modificaciones.
Así las cosas, la reunión que este martes han mantenido por espacio de dos horas el titular de Trabajo y Cristóbal Montoro sólo ha servido para “aclarar algunas dudas” y constatar que el Gobierno se centra única y exclusivamente en el abaratamiento del despido. Nada de otros puntos que el PP considera “fundamentales” como la negociación colectiva o la formación profesional.
Por ello, fuentes de la dirección nacional aseguran a Libertad Digital que, en estos momentos, el PP está “más cerca del no” a la espera de la propuesta definitiva del Ejecutivo. Montoro, en corrillo con los periodistas, daba forma a esta afirmación lapidaria: “desconocemos si habrá modificaciones” pero el texto hasta ahora presentado es “parcial, sesgado e incompleto”. "Estamos profundamente incómodos", reconoció.
Y es que, según explicó el responsable de Economía del PP, muchos de los asuntos aparecidos en los medios de comunicación ni tan siquiera aparecen en el documento que se les ha dado -y que es el mismo del pasado viernes-, por lo que insiste en que antes de tomar una decisión definitiva esperarán al Consejo de Ministros.
“Si no es la reforma laboral que necesita España no la apoyaremos”, proclamó, para acto y seguido recalcar que las señales actuales son “equivocadas” y van en la línea del denominado decretazo, que fue rechazado por el PP en el pleno del Congreso.
Soraya pone en duda la capacidad de Zapatero
Ya antes de terminar la reunión entre Corbacho y la delegación económica del PP, Soraya Sáenz de Santamaría mostraba sus dudas en la rueda de prensa posterior a la Junta de portavoces y anunciaba que hasta la publicación del decreto no decidirán si apoyarán o no el texto durante su convalidación o derogación, que se celebrará el día 22.
Para la portavoz de los populares en el Congreso, que el Gobierno quiera proceder a este tipo de tramitación, abriendo la puerta a posibles modificaciones a instancias de los grupos parlamentarios, demuestra "la debilidad y la soledad" del equipo de Rodríguez Zapatero. Es más, deja en evidencia que el Gobierno no ha hablado "lo suficiente" con los partidos.
Sáenz de Santamaría añadió, en este sentido, que con cada convalidación en el Congreso de un decreto-ley, "Zapatero se convalida a sí mismo" y deja a su Gobierno "al borde del abismo", informa EFE. "La soledad del presidente más la debilidad del Ejecutivo es igual a ingobernabilidad", recalcó.
Por ello, pidió al jefe del Gobierno que se cuestione "si el destino del país está en las mejores manos".