Pese a la caída de la población activa en 56.000 personas, la patronal de las empresas de trabajo temporal estima que 230.000 personas engrosaron las listas del paro de enero a marzo, si bien prevé que la escalada del desempleo se ralentice a partir de mayo, con una caída de la destrucción de empleo del 3%.
Aún así, Afi-Agget tampoco descarta que continúe la sangría de puestos de trabajo como consecuencia de la inversión del 'efecto desánimo', esto es, el regreso del colectivo de parados a la búsqueda de empleo.
Por otro lado, la patronal constata que cuatro de cada diez ocupados en España cuenta con baja cualificación, es decir, el 40% de la población sólo tiene estudios hasta la primera etapa de Secundaria.
No obstante, sólo dos ramas de actividad concentran la mitad de los puestos considerados como altamente cualificados. Se trata de los sectores de administración pública, educación y actividades sanitarias y actividades de servicios financieros y a empresas.
"España tiene las juventudes mejor formadas de su historia. Sin embargo, esas cualificaciones no parecen estar a la altura de las circunstancias", lamenta el director de Analistas Financieros Internacionales (AFI), José Antonio Herce.
Al respecto, el presidente de Agett, Francisco Aranda, advierte sobre el "desajuste" entre cualificación y las tareas desempeñadas, lo que, en su opinión, evidencia un "desaprovechamiento relativo" del capital humano capacitado. Así, supedita el cambio de modelo productivo que quiere acometer el Gobierno al acercamiento del mundo educativo con el empresarial.
"Algo debe andar muy mal en la planificación educativa en España y en los incentivos a la formación de los jóvenes para que esta doble paradoja siga profundizándose en el tiempo", añade Herce.
Merma la competitividad
Así pues, desde la patronal de ETT's alertan de que 263.000 puestos no cualificados son desempeñados por empleados altamente cualificados, lo que lastra la productividad. En concreto, la sobrecualificación se alzó al 9% de los ocupados en el primer trimestre, frente al 5% en el que se encontraba en 2005.
En esta línea, el presidente de Agett reclamó la "necesidad imperiosa" de unir puestos de trabajo con perfiles profesionales demandados, con el fin de fijar un "verdadero aprovechamiento" del capital humano.
Por comunidades, País Vasco y Madrid se erigen como las regiones con mayor porcentaje de empleo cualificado, con un 51,2% y un 44% de empleados cualificados, respectivamente. En el lado opuesto, figuran Extremadura y Castilla La Mancha, que cuentan con un 51,7% y u 49,8% de trabajadores de baja cualificación. La patronal achaca estas diferencias entre regiones a las variedades en la estructura productiva.
Por último, Navarra se sitúa a la cabeza de las comunidades con mayor ajuste entre ocupación y cualificación, ya que menos del 5% de las tareas que no requieren cualificación son ocupadas por empleados altamente formados, en tanto que Murcia es la región con más sobrecualificación, con el 5,3%.