El Gobierno valora positivamente el informe del FMI que le exige "reformas urgentes y radicales"

La nota de prensa que ha hecho pública el Ministerio de Economía y Hacienda unas horas después de conocerse el informe del FMI valoraba éste en términos positivos. Así, se resaltaba que el organismo “apoya el ambicioso plan de ajuste fiscal” –tijeretazo- presentado por José Luis Rodríguez Zapatero en el Congreso el pasado día 12.

Es una visión optimista que ha ratificado Elena Salgado en unas declaraciones a Efe en las que ha asegurado con coincide con el diagnóstico del FMI, aunque no con sus recetas. Estas palabras de la vicepresidenta sorprenden, puesto que el diagnóstico del FMI es que la Economía española requiere de fuertes ajustes y que su salud se ha deteriorado mucho en los últimos meses. Es decir, Salgado dice compartir lo que es una fuerte crítica a la ejecutoria del Gobierno en materia económica.

Por otro lado, en el comunicado, el Gobierno destaca que “el análisis que el FMI ha realizado de la situación coincide” con el suyo y habla de una “etapa de estabilización” tras la severa crisis de los dos últimos años. Además, el departamento de Salgado celebra que el organismo haya respaldado “plenamente el ambicioso programa de consolidación fiscal” que ha puesto en marcha el Gobierno, que “refuerza significativamente y adelanta el ajuste previsto y mejora la credibilidad”.

Además, en la nota de Economía se resalta que el FMI valora positivamente que los desequilibrios acumulados durante los últimos años “han comenzado a suavizarse, con el déficit por cuenta corriente reduciéndose a la mitad al aumentar el ahorro privado y caer la inversión residencial.

También le gusta al Gobierno que “el escenario central de previsión del Fondo apueste por una continuación del ajuste de los distintos desequilibrios que afectan a la economía española”.

Eso sí, en su comunicado el Ejecutivo no puede ocultar que “para el FMI es crucial acelerar las reformas estructurales anunciadas”. Es decir, que aunque Elena Salgado haya expresado su disconformidad con las medidas propuestas por el organismo presidido por Dominique Strauss-Kahn, ha tenido que admitir que serán necesarias las reformas en el “mercado de trabajo”, el “sistema de pensiones”, “los mercados de bienes y servicios” y la “reestructuración del sistema financiero”.