LD (Agencias) El sistema financiero mundial se desmorona y su puntal, la banca suiza, no se ha librado. Después de augurar el miércoles que las inyecciones de liquidez no evitarían nuevas quiebras bancarias, el primer banco suizo, UBS, ha resultado ser también el más golpeado por la crisis financiera internacional.
Tal y como anunciaba hace unas horas, efectivamente, las inyecciones de liquidez del Banco Nacional de Suiza en el sistema financiero no han servido de nada y finalmente el Estado ha tenido que acudir en su ayuda transfiriendo 60.000 millones de dólares para retirar del mercado sus activos sin liquidez, o "activos tóxicos".
Este fondo será financiado con 6.000 millones que colocará UBS y por un préstamo por 54.000 millones de dólares del BNS. Asimismo, UBS recibirá una inyección de capital de 6.000 millones de francos (unos 3.700 millones de euros) de la Confederación Helvética a cambio de un préstamo de conversión obligatoria. Una vez hecha la conversión, la Confederación Helvética tendrá el 9,3 por ciento del capital del banco.
UBS indicó en un comunicado que esta transacción le permite limitar sus potenciales pérdidas futuras ligadas a los créditos "tóxicos" procedentes de EEUU, asegurar su financiación a largo plazo y disminuir los activos ponderados en función del riesgo.
UBS indicó en un comunicado que esta transacción le permite limitar sus potenciales pérdidas futuras ligadas a los créditos "tóxicos" procedentes de EEUU, asegurar su financiación a largo plazo y disminuir los activos ponderados en función del riesgo.
La reserva del Gobierno helvético
La actitud de reserva que había mantenido el Gobierno helvético sobre el impacto de la crisis financiera en los bancos suizos ha sido criticada dada la importancia de la plaza financiera suiza.
El presidente de Suiza, Pascal Couchepin, ha defendido la actuación del Ejecutivo colegiado (formado por siete miembros de distintos partidos políticos) afirmando que el mensaje gubernamental fue claramente el de "observar, reflexionar y luego intervenir cuando es deseable para consolidar el sistema financiero suizo".
Crédit Suisse anuncia pérdidas de 800 millones de euros
Por otra parte, Credit Suisse, el segundo banco de Suiza, ha señalado que prevé anunciar pérdidas por aproximadamente 1.300 millones de francos (unos 800 millones de euros) en el tercer trimestre del año.
Coincidiendo con el anuncio de que el Banco Nacional de Suiza (BNS) acudirá en ayuda de UBS, Credit Suisse, informó también de un acuerdo con la Comisión Federal de Bancos para ajustar sus objetivos de capitalización y exigencias en términos de endeudamiento. Según informó, en el marco de ese acuerdo la entidad aumentará en 10.000 millones de francos (unos 6.200 millones de euros) sus fondos propios.
En lo que respecta a sus resultados financieros, Credit Suisse indicó que en el tercer trimestre su banca privada registró una fuerte entrada de activos, tanto en el área de gestión de fortunas como en la de gestión institucional y banca personal.
En cambio, su banca de inversión -afectada directamente por la crisis de las "subprime" originada en Estados Unidos registró pérdidas aproximadas de 3.200 millones de francos antes de impuestos, lo que -explicó la entidad- es el reflejo de depreciaciones por unos 2.400 millones de francos.
Coincidiendo con el anuncio de que el Banco Nacional de Suiza (BNS) acudirá en ayuda de UBS, Credit Suisse, informó también de un acuerdo con la Comisión Federal de Bancos para ajustar sus objetivos de capitalización y exigencias en términos de endeudamiento. Según informó, en el marco de ese acuerdo la entidad aumentará en 10.000 millones de francos (unos 6.200 millones de euros) sus fondos propios.
En lo que respecta a sus resultados financieros, Credit Suisse indicó que en el tercer trimestre su banca privada registró una fuerte entrada de activos, tanto en el área de gestión de fortunas como en la de gestión institucional y banca personal.
En cambio, su banca de inversión -afectada directamente por la crisis de las "subprime" originada en Estados Unidos registró pérdidas aproximadas de 3.200 millones de francos antes de impuestos, lo que -explicó la entidad- es el reflejo de depreciaciones por unos 2.400 millones de francos.