Todo el entramado de los Presupuestos Generales del Estado se fundamenta en las previsiones macroeconómicas. Los ingresos (impuestos) y los gastos (prestaciones sociales como el subsidio del paro) dependen fundamentalmente de que el crecimiento sea el que el Gobierno pronostica. Unas décimas menos de subida del PIB pueden suponer miles de millones de diferencia en unas cuentas que ya están al límite de su capacidad de aguante.
En el resumen presentado por Elena Salgado este viernes se plantea un crecimiento para 2011 del 1,3% del PIB. Es un incremento muy suave que dejaría el paro en el 19,3% a finales del año que viene, y que llevaría aparejado un déficit del 6,0% en las arcas públicas y una deuda del 68,7% del PIB.
El problema es que ni siquiera aquella cifra (1,3%) tiene muchas posibilidades de ser real según los expertos. Ningún otro analista prevé una subida similar del PIB español en 2011. Es decir, las cuentas del Ejecutivo son papel mojado, se sostienen sobre una apuesta que es muy difícil que se cumpla.
Del 0,4 al 0,6%
De la veintena de pronósticos que se recogen en el panel de Funcas, sólo el servicio de estudios de La Caixa llega al 1% (tres décimas menos que la muy optimista previsión del Gobierno). Sin embargo, la mayoría (Funcas, Caja Madrid, el Instituto Flores de Lemus, el FMI o la Universidad Complutense) se sitúa en el entorno del 0,4-0,6%: menos de la mitad de lo que presentó Salgado este viernes.
Y en el capítulo del paro, las diferencias son también sustanciales. Mientras Economía cree que el desempleo sólo subirá un 0,3% y que acabará el año en el 19,3% de la población activa, el consenso Funcas le da un 19,7%, aunque numerosos expertos sitúan la cifra por encima del 20%.
Con estos datos encima de la mesa, la pregunta que surge es cómo de fiables son el resto de las cifras incluidas por el Gobierno en los Presupuestos. Así, las previsiones de ingresos se verán muy dañadas si el PIB y el paro no remontan algo; al mismo tiempo, los gastos subirán si el desempleo sube (los pagos a los parados se dispararían con una tasa por encima del 20%).
Fuente: Previsiones Gobierno PGE 2011
Las finanzas españolas ya están al límite de su capacidad. El mercado de deuda ha dado más de un susto al Gobierno en los últimos meses. Además, habrá que financiar los 100.000 millones de déficit con los que acabará 2010; y estas nuevas emisiones traerán consigo nuevos intereses que deberán ser pagados (es un círculo vicioso de difícil salida). Por lo tanto, es muy probable que el Gobierno se vea obligado a destinar una cantidad superior a la planificada a los gastos financieros. En ese caso, se avecinan nuevos recortes o nuevas subidas de impuestos.
En el horizonte, está la fecha de 2013, cuando todos los países de Europa tendrían que estar por debajo del 3% de déficit público que marca el Pacto de Estabilidad. Según el Gobierno se puede conseguir, con una descenso desde el 9,3% que espera para 2010 (aunque ya hay indicios de que no se cumplirá), al 3% de 2013 (6% en 2011 y 4,4% en 2012).