El artículo 20 de la Constitución reconoce, entre otros derechos, el de "comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión". Este derecho es vital para el control de los poderes públicos y es una de las bases en las que se fundamenta el sistema democrático, junto con la independencia del Poder Judicial.
Sin embargo, el Gobierno parece olvidarse de que este artículo existe en la Carta Magna y, aunque permite a los medios de comunicación hacer su trabajo, le gusta ejercer de guía para que las informaciones suavicen la realidad, especialmente cuando perjudica los intereses del Ejecutivo.
La nueva rebaja de la calidad de la deuda pública española que ha realizado la agencia de calificación de riesgo Standard and Poor´s ha confirmado esta actitud del Gobierno español. La menor nota hace dudar a los mercados de la solvencia de España, un temor que cobrará máximos el próximo julio, cuando el Tesoro tiene que hacer frente a una cantidades desorbitadas de vencimientos de deuda pública (más de 25.000 millones de euros).
Las necesidades totales de financiación del sector público superan los 225.000 millones para el conjunto del año y las entidades financieras también deben devolver dinero al exterior.
Con este panorama, el Ministerio de Economía no quiere que los medios de comunicación (especialmente los que tienen más audiencia y/o tirada) recojan la crudeza de los datos y hagan análisis que hagan dudar los mercados de la solvencia del país, de su capacidad para cumplir los compromisos y, en último término, de la capacidad del Gobierno para darle la vuelta a la situación.
Por ello desde el Ministerio de Economía se realizaron "contactos" el pasado miércoles con responsables de algunos medios de comunicación para que "suavizaran" sus enfoques sobre la decisión de la agencia de calificación, según han confirmado fuentes de estos grupos a Libertad Digital.
Afortunadamente, el Gobierno no logró su objetivo, ya que la mayoría de periódicos, televisiones y radios han destacado este jueves los problemas a los que se enfrenta España por las dudas de la agencia sobre la solvencia de la economía nacional.
Las presiones pudieron llegar incluso a la agencia Standard and Poor´s que, poco después de publicar su informe poniendo en tela de juicio la calidad de la deuda española, decidió poner paños calientes en una rueda de prensa telefónica improvisada, en la que intentó rebajar la crítica.
Hasta Salgado logró que la televisión pública española le concediera una entrevista a última hora de la noche en la que culpó a Grecia de los problemas de España y aseguró, sin ninguna credibilidad, que "tiene un plan" para evitar la debacle económica nacional.
Y el Gobierno no se limita a los medios públicos. Este jueves, Cinco Días publica un artículo de opinión firmado por el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, en el que quita hierro al informe de la agencia S&P: "no queda claro en la nota cuáles son los elementos nuevos objetivos que han aparecido en los últimos meses". El diario Público prefiere criticar directamente a la agencia, por sus "precedentes oscuros".
La "conspiración" de los "especuladores"
El ministro habló de "demonización" y comentarios "apocalípticos" procedentes de países extranjeros, algo que Financial Times tachó de "paranoico". Después, el portavoz del PSOE en el Congreso, José Antonio Alonso, -tras el ridículo internacional- negó que se hubiera hablado en momento alguno de conjura "universal". Salgado y Campa visitaron después a los responsables del diario británico para dar explicaciones.
Objetivo: negar la evidencia, ahora en RNE
Y el Gobierno sigue en sus trece. Tras las declaraciones de la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, pidiendo "calma" a ciudadanos e inversores, este jueves, en Radio Nacional de España (también pública, es decir, pagada con el dinero de los contribuyentes), el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, afirmó que las estimaciones que hace Standard & Poor's (S&P) no son correctas.
El número dos de Salgado se centró en lo más crudo del informe de la agencia: España se estancará con un crecimiento económico del 0,7% hasta 2016, lo que supone destruir empleo durante el próximo lustro.
El secretario de Estado de Economía señaló además que las "vulnerabilidades" destacadas por S&P sobre la situación española "no son nuevas", pues son las mismas que había apuntado en febrero y que comparten todos los agentes. Entre ellas, citó la reforma del mercado laboral, el apalancamiento (endeudamiento) de la economía, el incremento del déficit público, la reestructuración del sistema financiero, y la capacidad de exportar y ganar competitividad.