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El Gobierno prepara un nuevo rescate para las cajas

El Gobierno planea inyectar miles de millones de euros en el sistema de cajas de ahorros para obligarlas a adoptar estructuras más transparentes.

En opinión del prestigioso rotativo, la decisión equivale a reconocer que los esfuerzos previos para sanear las finanzas del sector "han fracasado en su mayor parte", ya que el país se enfrenta a los rumores sobre un hipotético rescate.

En un primer momento, The Wall Street Journal apunta que el Gobierno prepara en los próximos días una emisión de deuda por importe de 3.000 millones de euros, aunque las fuentes consultadas apuntan que podría ser necesario captar hasta 30.000 millones o una cifra ligeramente inferior.

Otro paso probable es la simplificación de las complejas estructuras de las cajas, volviéndolas más parecidas a los bancos tradicionales. Las cajas, que acumulan cerca del 42% de los activos bancarios en España, se han caracterizado por su confusa estructura de propiedad y de gestión y divulgan mucha menos información financiera que los bancos. De hecho, el periódico estadounidense señala que sus juntas directivas están conformadas por políticos locales, sindicalistas, clientes y, en algunos casos, sacerdotes católicos, "muchos de los cuales han sido renuentes a ceder su influencia".

De este modo, el Ejecutivo pretende acabar con los temores de los inversores respecto a la solvencia de las cajas de ahorros y, al mismo tiempo, convencer a los mercados de la estabilidad de las finanzas del país. "El destino de las cajas está inseparablemente ligado al destino de España y, posiblemente, al del mismo euro", afirma el diario, que recuerda que el temor a que estas entidades no pudieran financiarse en los mercados llevó el mes pasado a la agencia Moody's a poner el rating de España en revisión para una posible rebaja.

Estas entidades financieras, cuyos activos bordean los 1,3 billones de euros, el 42% del total del sistema bancario, fueron las grandes perdedoras tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, y sus carteras incobrables y pérdidas potenciales podrían ser cuantiosas.

Así, The Wall Street Journal recuerda que el año pasado el Gobierno español forzó una oleada de fusiones que redujo el número de cajas de 45 a 17, pero apunta que sus estructuras confusas "han ahuyentado a los inversores".

Hacia la bancarización

"El objetivo de la actual reestructuración es obligar a la cajas a colocar todos sus activos en un holding central y racionalizar su administración, haciéndolas más parecidas a los bancos tradicionales y más atractivas para los inversores privados", señala el periódico, que indica que los cambios estructurales necesarios podrían implementarse mediante una ley o como una condición previa para acceder a los fondos fiscales. "Las nuevas medidas constituyen, asimismo, un reconocimiento de que el reordenamiento impulsado el año pasado no funcionó. Los matrimonios forzados han demostrado ser difíciles de ejecutar en la práctica", añade.

A finales de noviembre, el Banco de España ya exhortó públicamente a las cajas a acelerar la combinación de sus negocios y la reducción de sus costes e incluso la semana pasada, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó la recapitalización del sistema financiero como un "objetivo urgente".

"La presión parece haber surtido algún efecto. Algunas cajas de ahorro decidieron abandonar su modelo descentralizado y transformarse en entidades más parecidas a los bancos", indica el rotativo, que pone como ejemplo el caso de Cajastur, que anunció a finales del mes pasado que centralizará el 100% de sus activos.

No obstante, The Wall Street Journal apunta que el Gobierno esperará para dar un ultimátum hasta que analice la información detallada sobre el tipo y la calidad de los préstamos que las cajas otorgaron al sector inmobiliario, una información que será hecha pública por primera vez a finales de este mes y en febrero.

A través del FROB o de un "banco malo"

Asimismo, el periódico apunta que el Gobierno estudia introducir cambios para permitir que el FROB inyecte capital en las entidades a través de compras directas de participaciones, visto como el medio más seguro de invertir en ellas y que otorgaría al Ejecutivo un mayor control sobre las mismas a diferencia de las acciones preferentes sin derechos de voto que adquirió en el pasado.

"Funcionarios del Gobierno valoran además la posibilidad de crear un 'banco malo' para los activos tóxicos de algunas cajas administrado por la Administración", indicaron al rotativo las fuentes consultadas, que advirtieron de que aún no está claro cómo se financiaría o estructuraría.

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