(Libertad Digital) A partir de julio, el Gobierno, según revela El País, el Gobierno ofrecerá a los inmigrantes en situación regular que vayan cayendo en el paro una serie de prebendas económicas para que vuelvan voluntariamente a sus países de origen.
Los que se acojan cobrarán el subsidio de desempleo que hayan acumulado en dos pagos: uno del 40 por ciento y otro del 60 por ciento. Aunque aún no se ha decidido cuál de los dos plazos se cobrará antes de salir de España y cuál una vez de vuelta en su país.
Todos los trámites, según dice Corbacho en El País, se harán a través del Servicio Público de Empleo Estatal. Para percibir esas cantidades, los inmigrantes deberán renunciar a sus permisos de residencia y de trabajo, y comprometerse a no volver a España en los tres años siguientes, fecha para la cual el Gobierno cree que la situación económica mejorará lo suficiente como para que puedan volver con garantías de encontrar trabajo.
La oferta tiene una segunda parte que limita su alcance a los ciudadanos de los 19 Estados no comunitarios que tienen convenio de Seguridad Social con España, con el fin de que los retornados no pierdan sus derechos adquiridos durante su estancia en el país. Eso excluye, entre otros extranjeros, a los procedentes del África subsahariana.