LD (M. Llamas) Ya hay acuerdo. Se cumplen los peores pronósticos acerca de la insolvencia de los grandes bancos de EEUU, tal y como avanzó LD. El Tesoro de EEUU, la Reserva Federal y el FDIC (Fondo de Garantía de Depósitos) han firmado un acuerdo para salvar al gigante Bank of America. El Gobierno de EEUU pretende así evitar la quiebra de esta entidad garantizando su capital e inyectando nueva liquidez, para evitar un nuevo Lehman Brothers.
El banco estadounidense Citigroup también está en problemas y se está negociando su posible intervención por parte del Gobierno. La entidad registró pérdidas de 18.715 millones de dólares (14.095 millones de euros) al cierre del ejercicio 2008, frente al beneficio neto de 3.617 millones de dólares (2.724 millones de euros) de 2007, informó el banco, que confirmó su división en dos entidades separadas para intentar garantizar su viabilidad.
Citi dividirá el banco en dos
Los ingresos de Citi en 2008 alcanzaron los 52.793 millones de dólares (39.760 millones de euros), un 33% por debajo del ejercicio precedente. La entidad, que ha adelantado casi una semana la fecha de publicación de sus cuentas, informó de que "por motivos de gestión" dividirá el banco en dos negocios separados, Citicorp y Citi Holdings con el objetivo de maximizar el valor del banco y restaurar su rentabilidad.
En el cuarto trimestre del ejercicio, Citi sufrió pérdidas de 8.294 millones de dólares (6.245 millones de euros), un 16% menos que en el mismo periodo de 2007, mientras que sus ingresos descendieron un 13%, hasta los 5.595 millones de dólares (4.213 millones de euros), lastrados por los más de 12.100 millones de dólares (9.104 millones de euros) asumidos por pérdidas de crédito y provisiones.
Posible nacionalización
Una nueva oleada de pánico ha recorrido los mercados bursátiles ante los rumores que dan por hecho la nacionalización del gigante financiero Citigroup este mismo fin de semana. Según las últimas informaciones, los directivos de Citi y JPMorgan están negociando con las autoridades reguladoras del país los términos de un acuerdo similar al alcanzado con la aseguradora AIG para evitar un nuevo Lehman.
Mientras, el Gobierno de EEUU ya ha acordado el auxilio público de Bank of America, la mayor entidad hipotecatria privada del país. El Tesoro y el FDIC aportarán fondos adicionales por valor de 118.000 millones de dólares para garantizar el balance del banco y protegerlo de las pérdidas extraordinarias que va a registrar debido a la fuerte depreciación de sus activos crediticios, tras la adquisición de Merrill Lynch. Para ello, la entidad emitirá un paquete de acciones preferentes para ambos organismos.
La entidad, que al igual que Citi ha publicado este viernes sus resultados, registró unas pérdidas entre octubre y diciembre de 2008 próximas a los 1.800 millones de dólares. Sin embargo, las pérdidas de Merrill Lynch en el último trimestre se elevan a 15.310 millones.
El Tesoro rescata a Bank of America
Además, en caso de que sea necesario, la Reserva Federal de EEUU (Fed) está dispuesta a otorgar un préstamo a fondo perdido, sin contraprestación o colateral alguno, para respaldar las pérdidas derivadas de otro tipo de "activos residuales", según la nota oficial del acuerdo.
Por otro, lado, el Tesoro inyectará 20.000 millones de dólares adicionales procedentes del TARP (fondo especial para la adquisición de activos tóxicos) a cambio de acciones preferentes, con un dividendo del 8% para el organismo regulador. A cambio, la entidad tendrá que restringir los salarios extra de sus ejecutivos, y se compromete a flexibilizar las condiciones de sus préstamos hipotecarios.
El FDIC, por su parte, propone extender su programa de garantías crediticias a la entidad, según las condiciones del acuerdo. Estas ayudas se suman a los 25.000 millones de dólares (18.933 millones de euros) que ya recibió la entidad en ayudas del TARP.
El objetivo de la intervención, según el Gobierno, consiste en "fomentar la estabilidad del mercado financiero y, por ende, fortalecer la economía y proteger los puestos de trabajo, el ahorro y los planes de pensiones" de los norteamericanos. El Gobierno de EEUU demuestra así que está dispuesto a emplear "todos los recursos necesarios" para garantizar la estabilidad del sistema y tratar de evitar una nueva gran quiebra bancaria.
El objetivo de la intervención, según el Gobierno, consiste en "fomentar la estabilidad del mercado financiero y, por ende, fortalecer la economía y proteger los puestos de trabajo, el ahorro y los planes de pensiones" de los norteamericanos. El Gobierno de EEUU demuestra así que está dispuesto a emplear "todos los recursos necesarios" para garantizar la estabilidad del sistema y tratar de evitar una nueva gran quiebra bancaria.