El Gobierno de Alemania no tiene intención de ofrecer a Grecia "ni un céntimo" de ayuda financiera, según ha remarcado el ministro de Economía, Rainer Bruederle.
"El Gobierno no tiene intención de dar ni un céntimo", ha afirmado Bruederle durante un evento en Berlín. El funcionario ha agregado que cada país es responsable de sus propios asuntos y que el Gobierno griego debe implantar su plan de austeridad de manera eficaz.
La canciller alemana, Angela Merkel, se reune este viernes con el primer ministro griego, George Papandre que ha descartado pedir ayuda financiera, pero sí pedirá el respaldo político necesario para que su país no se vea estrangulado por los especuladores.
"Todo lo que necesitamos es apoyo, apoyo europeo para obtener créditos con condiciones aceptables. Si no recibimos esta ayuda, no lograremos llevar a la práctica los cambios que nos hemos propuesto hacer", subraya Papandréu en una entrevista que publica hoy el diario "Frankfuter Allgemeine".
La canciller ha dejado ya de antemano claro que la reunión con Papandréu no tiene como fin preparar ningún paquete de ayudas económicas, sino estudiar las medidas adoptadas por Atenas y dejar claro que a nivel gubernamental las relaciones son buenas, por mucho que las informaciones de los medios de comunicación hayan creado otra sensación.
En la entrevista, Papandréu insiste en que el objetivo de Grecia no es pedir dinero, "nunca lo hemos pedido".
"Necesitamos el apoyo de nuestros socios de la UE para conseguir créditos en los mercados con mejores condiciones. No digo que nos tengan que dar las mismas condiciones que tiene Alemania, pero mejores que ahora sí", insiste el primer ministro.
Papandréu recuerda que para los bonos que acaba de emitir Grecia (por 5.000 millones de euros) el Estado deberá pagar 750 millones más en intereses que lo que tendría que abonar Alemania.
"Eso no lo puede soportar ningún país en la Unión Europea. Así no podremos recuperar competitividad nunca, por el contrario", añade el líder socialista, quien considera que todos los esfuerzos emprendidos precisamente para recuperar competitividad quedarían anulados por culpa de la especulación.
"Mientras que nosotros recortamos los salarios y pagas de muchos ciudadanos de nuestro país, los especuladores que juegan con la economía griega, ganan miles de millones", critica.
A su juicio, la comunidad internacional y Europa debe lanzar un claro mensaje a los mercados de que no está dispuesto a dejar que "se juegue con nuestro destino".
"Sería una amenaza creíble si la UE dijera que no va a permitir esto. De lo contrario, Grecia será la próxima pero con seguridad no la última víctima de la crisis", recalca el primer ministro.
El jefe del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, a quien Papandreú verá antes de reunirse con Merkel, ha dejado claro que la UE no permitirá que el euro se vaya al traste.
En una entrevista con la emisora "Deutschlandfunk", Juncker dice estar muy satisfecho con el programa de ahorro presentando ayer por Grecia y asegura que "los mercados no lo pueden ignorar".
El primer ministro luxemburgués sostiene que no cree que Grecia necesite ayuda de otros países, pues ha emprendido las medidas necesarias, pero añade que si es necesario, la UE actuará para preservar al estabilidad del euro.
El encuentro de esta tarde con Merkel servirá además para limar algunas asperezas surgidas a través de la prensa.
Lo que surgió a partir de una portada del semanario "Focus" en el que se mostraba a la Venus de Milo con el dedo corazón en alto y un titular que decía "Estafadores en la familia del euro" se ha convertido en una "guerra de titulares".
Mientras que los medios más amarillistas alemanes han seguido la línea de titulares provocadores, con consejos paternalistas como el que Grecia debería resolver sus problemas financieros vendiendo sus preciosas islas, o como hoy el "Bild" diciendo a los ciudadanos helenos que trabajen y madruguen más, la prensa griega no ha escatimado con tópicos que relacionan a Alemania con los nazis.