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El Gobierno desea que la francesa Total entre en Repsol y se aleja la opción rusa

El desembarco de Lukoil se complica. La dificultad para conseguir financiación y la tormenta generada por el supuesto interés de la empresa rusa en Repsol dejan vía libre para que otras, como la francesa Total, entren en liza. Rubalcaba celebraría la llegada de la compañía gala.

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El desembarco de Lukoil se complica. La dificultad para conseguir financiación y la tormenta generada por el supuesto interés de la empresa rusa en Repsol dejan vía libre para que otras, como la francesa Total, entren en liza. Rubalcaba celebraría la llegada de la compañía gala.
LD (L. Ramírez) El supuesto interés de Lukoil para adquirir casi un 30% de Repsol a un precio de 27 euros por título (casi el doble de lo que valen las acciones de la petrolera española en Bolsa) parece alejarse.
 
En el mercado nadie comprendía –bajo criterios estrictamente económicos- que una compañía pagara un sobreprecio tan importante por participar en el capital de Repsol sin tener el control de la gestión.
 
Y es que Sacyr Vallehermoso es el principal accionista de Repsol desde octubre de 2006, con un 20% de la petrolera. Este paquete accionarial no da el control sobre la compañía, ya que Repsol tiene limitados sus derechos de voto al 10% en sus estatutos y se necesita el 75% del capital para eliminar ese blindaje.
 
Este martes, el presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO) Aurelio Martínez, calificó de operación "muy complicada" la financiación a la empresa rusa para conseguir el dinero necesario para afrontar la operación.
 
"Desde el punto de vista financiero, la subrogación del crédito de 5.000 millones de euros presenta dificultades para las entidades, es una macro operación tremenda", dijo el presidente del ICO, para quien no está claro "cómo acabará" la operación.
 
Martínez constata lo que es ya un secreto a voces: el precio que ofrece Lukoil es desorbitado y carece de músculo financiero para cerrar la compra con garantías. No obstante, Lukoil ha expresado su disposición a presentar garantías adicionales a los bancos para financiar su entrada en Repsol a través de la compra de la participación de Sacyr Vallehermoso.
 
Representantes de la petrolera rusa expusieron su propósito a los bancos acreedores de Sacyr, que se reunieron con La Caixa para seguir estudiando condiciones para traspasar a Lukoil el préstamo que concedieron a la constructora.
  
Concretamente, la Caixa y Santander, Caja Madrid, Citigroup y Calyon analizan desde el pasado viernes maneras para reformular el crédito. Pero, de momento, los acreedores no se fían de las garantías que presenta la empresa rusa.
 
Rubalcaba prefiere a la francesa Total
 
Y en este punto es donde entran en liza las otras posibles “novias” de Repsol. Antes de conocerse el interés del sector energético ruso por la petrolera española, grandes gigantes del sector de los hidrocarburos europeo han estudiado entrar en el capital de la empresa que preside Antonio Brufau. En concreto, se trata de la francesa Total, la belga-holandesa Shell y la italiana ENI.
 
Contra todo pronóstico, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, dijo este martes en una entrevista a Onda Cero, que prefiere que sea Total la que se lleve el gato al agua, en detrimento de la empresa rusa. Aunque no es común escuchar a un responsable de esta cartera ministerial hablar de operaciones empresariales, Rubalcaba comentó las dificultades de Lukoil para conseguir financiación y su preferencia por una oferta gala.
 
“Si me pregunta si hay algún socio que a mi me gustara más que Lukoil seguramente encontraría alguno”, dijo Rubalcaba. Preguntado por si le gusta más la opción francesa que plantearía Total sentenció: “Pues igual sí, pero habría que verlo”.
 
Zapatero abraza ahora el liberalismo
 
Mientras, el presidente del Gobierno continúa en su giro ideológico y ahora abraza el liberalismo, defendiendo que se trata de una decisión que compete estrictamente a empresas privadas. Eso sí, considera que la oferta de Lukoil “responde a intereses de empresarios españoles que han querido hacer una asociación estratégica con una empresa rusa", en referencia a Sacyr y La Caixa.
 
Además, Zapatero asegura que “España va a seguir siendo un país muy atractivo para la inversión extranjera", lo que choca frontalmente con los obstáculos que puso Moncloa a la entrada de la alemana E.ON al capital de Endesa, tras la frustrada oferta de La Caixa. Ahora el presidente del Ejecutivo rechaza intervenir en la operación.
 
En las filas de la oposición, el lider del PP, Mariano Rajoy cree que en la búsqueda de una solución a la oferta de la compañía rusa Lukoil sale a relucir "la falta de transparencia e incluso el favoritismo gubernamental".
 
Toda la operación, a juicio del líder popular, pone de manifiesto que "se ha especulado demasiado, se han cometido muchos excesos y se han superado demasiados límites", por lo que en la "hipotética solución" a los intentos de Lukoil "se reproducen", entre otros factores, "la falta de transparencia e incluso el favoritismo gubernamental".
 
“Te daré todo lo que me pidas”
 
Si finalmente Total decidiera hacer una oferta, tendría el beneplácito del Gobierno español, que podría pagar así a Francia la factura de la cesión de la silla en la Cumbre del G-20 que hizo el presidente galo, Nicolas Sarkozy, a Zapatero. El presidente español le dijo antes de comenzar la reunión que le daría “todo lo que le pida”, como publicó el rotativo francés Le Figaro.
 
Además, el Gobierno podría sacar pecho y dejar sin argumentos a la oposición, ya que el PP critica la operación de Lukoil porque se trata de una compañía extracomunitaria. De esta forma, Zapatero salvaría la condición del PP (que la empresa sea comunitaria), estrecharía lazos con la cúpula de la Unión Europea y evitaría el desembarco ruso.
 
De momento, todos los ingredientes financieros parecen confluir para que la operación desemboque en una oferta de Total por Repsol. En el mercado energético se da por hecho que si algo les sobra a las grandes corporaciones petroquímicas es capacidad de compra. Y cuando éstos grupos entran en una empresa no es sólo para tener una participación financiera. Quieren la gestión.
 
Así, analistas del mercado consultados por LD apuntan a que Total no se conformaría con el 30% de Repsol, sino que estaría interesada en lograr el control de la compañía, por lo que tendría que lanzar una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) en el mercado.
 
Inversores árabes interesados en Cepsa
 
Para ello, debería primero salir de Cepsa (tiene un 48,8%), ya que si se quedara en el capital de la empresa española, la compañía francesa tendría la mitad de las gasolineras españolas y el 80% de las refinerías.
 
Y aquí es donde entran en liza el fondo soberano de los Emiratos Árabes IPIC, que en la actualidad negocia con Santander y Unión Fenosa la compra del 36,6% de Cepsa. Si se mantienen los precios que ofrecen los árabes, Total lograría con la salida de Cepsa unos 6.500 millones de euros.
 
El Gobierno ve con buenos ojos que los fondos soberanos árabes tengan una participación activa en la economía española. De hecho, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, se ha puesto en contacto con varios de ellos para que compren deuda del Estado español, ante las dificultades para colocarla en el mercado europeo.
 
Los inversores occidentales prefieren la rentabilidad de los bonos de otros países que, como Alemania, ofrecen más interés por la deuda que emiten. En la actualidad, con todos los planes de rescates financieros en marcha, existe mucha deuda pública en el mercado y es muy difícil venderla cuando el respaldo es una economía que, como la española, tiene un agujero presupuestario de más de 13.000 millones de euros.

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