El gobernador del Banco de España se ha quitado la careta y ha mostrado sin tapujos que no se cree los Presupuestos elaborados por Elena Salgado para 2011. El mismo que ocultó la crisis española durante dos años para favorecer la reelección de Zapatero en marzo de 2008, lleva meses cuestionando la política económica -especialmente en materia laboral y en la gestión de las pensiones- pero nunca fue tan claro como ayer en sede parlamentaria.
Como Pablo de Tarso, Miguel Ángel Fernández Ordóñez se ha caído del caballo camino de Damasco y, en lugar de ver al Señor, lo que ha visto es un panorama muy negro en España si no se prepara un paquete de reformas profundas que vaya acompañado por un recorte del gasto.
El gobernador dijo -con su tradicional discurso críptico- que las cuentas públicas para 2011 son una patraña, que no se van a cumplir las previsiones de crecimiento y paro, que las comunidades autónomas son un "fastidio", que Bruselas deberá evitar la suspensión de pagos española si no se reduce el déficit y, sobre todo, que los inversores llevan razón al no fiarse de Zapatero (algunos creen que lo único que se puede hacer es "rezar por España").
Todos los diarios económicos llevan las valoraciones del gobernador a sus portadas, aunque el periódico de Prisa (Cinco Días) no las considera lo suficientemente importantes como para dedicarle un gran titular y su correspondiente Editorial. Más bien decide esconderlo en un gran reportaje que dedica al enésimo aviso del Banco Central Europeo, que anuncia la retirada de las inyecciones de liquidez a las entidades financieras en 2011. Si efectivamente el organismo monetario cierra el grifo y, además, decide subir los tipos de interés, les recomiendo que tapien sus ventanas, agarren sus carteras y llenen sus neveras; todo ello, por supuesto, con los cinturones bien abrochados.
Pero sigamos con el enfoque que dan los diarios a las críticas del gobernador. Expansión destaca en su portada que "Ordóñez pide un plan B anticrisis" y en su Editorial apunta que "sería suicida" no tener un procedimiento para convencer a los inversores de que España no se va a ir por el agujero de la deuda en 2011 cuando a partir de enero se descubra la falsedad de las cuentas que ha realizado Salgado.
Cinco Días prefiere enmarcar las palabras del gobernador en otra noticia de portada. A toda página recuerda que "el Banco Central Europeo dosifica la liquidez" y, dentro de la información, señala que "el Banco de España propone limitar por Ley el gasto autonómico y local". El económico de Prisa no dedica su Editorial a esta cuestión y se inclina por la batalla que se está produciendo en el mercado de divisas con el titular: "hacia un mejor marco cambiario"
Finalmente, el diario El Economista enlaza las palabras del gobernador del Banco de España con el que hasta hace un año fue su número dos, José Viñals. Este hombre, que fue subgobernador entre 2006 y 2009 (cuando las cajas de ahorros españolas ocultaban que estaban al borde del precipicio) ocupa ahora un cargo en el Fondo Monetario Internacional (FMI) e intenta que no se note su responsabilidad en el agujero que tiene el sistema financiero español.
Ayer, Viñals se desmarcó de las críticas del FMI a España y dijo que nuestro país "lo está haciendo muy bien" porque "ha cogido el toro por los cuernos" en la gestión de la crisis financiera. Este intento desesperado por esconder la verdad sirve a El Economista para confrontar al gobernador con su discípulo bajo el titular: "El discípulo "gallito" de Ordóñez". A este respecto, indica que "Viñals le lleva la contraria a su antiguo jefe en el Banco de España y asegura que el Gobierno está haciendo las ‘cosas bien’.
En su Editorial, el periódico considera un "mal asunto" que haga falta un "plan B" por si el Gobierno se equivoca en sus previsiones económicas (hay que decir que desde 2004 no ha acertado nunca) y manifiesta la necesidad de "embridar las cuentas de las comunidades autónomas".