Los países del "Grupo de los Ocho" (G8), cuyos jefes de Estado y de Gobierno se reúnen desde hoy en la ciudad italiana de L'Aquila, creen que la situación económica sigue siendo incierta, a pesar de los signos de recuperación que han registrado hasta ahora.
Esto es lo que se desprende del borrador de la declaración final sobre la crisis económica que los países participantes en la cumbre del G8 se disponen a aprobar en L'Aquila y que hoy fue filtrado a varios medios de comunicación.
En el borrador -que va en la línea del acuerdo alcanzado por los ministros de Economía y Finanzas del G8 en la cumbre del pasado junio en la ciudad de Lecce (sur de Italia)- señala que se han alcanzado "progresos" en la recuperación de la confianza y la estabilización de los mercados financieros.
Pero, advierten, de que la "situación sigue siendo incierta y que sigue habiendo riesgos significativos para la estabilización económica y financiera".
El diario milanés Corriere della Sera informa de que los líderes del G8 se comprometen a dar todos los pasos necesarios para sostener la demanda y recuperar el crecimiento económico, pero rechazan "cualquier tipo de proteccionismo".
El G8 se compromete en el borrador de su declaración conjunta a "asegurar la sostenibilidad fiscal a medio plazo" y a apoyar al Fondo Monetario Internacional (FMI) en la preparación de las estrategias para la salida de la crisis.
Los jefes de Estado y de Gobierno de las siete mayores economías mundiales más Rusia apuestan asimismo por la lucha contra la evasión fiscal, para lo que reconocen la labor importante que ha de desempeñar la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Y todo esto, sin olvidarse del componente humano de la crisis, pues los países del G8, quienes se reafirman en el "Marco de Principios de Lecce" ("Lecce Framework") aprobado en la ciudad italiana el pasado junio, abogan por prestar una mayor atención al problema del desempleo.
La crisis económica es uno de los principales asuntos de debate de la cumbre del G8, donde además de las siete mayores economías del mundo más Rusia, están invitados países como México, Brasil o España.