En su editorial, el Financial Times sugiere que España y la eurozona deben prepararse para un ataque contra la deuda española "antes de que ocurra" y asegura que si se establece una "financiación alternativa creíble" los acreedores privados tendrían menos razones para dejar de prestar dinero al país.
Sin embargo, el diario económico destaca que actualmente tanto el tamaño de fondo de rescate temporal de la UE y la voluntad política para que se ponga en marcha para España se consideran "insuficientes". "Una ampliación ayudaría, pero es políticamente complicado", advierte.
El rotativo reconoce que, "en un mundo justo", no habría muchas razones para preocuparse, ya que el Gobierno español está haciendo progresos para situar su déficit bajo control. Sin embargo, señala que el mercado de bonos actúa "con miedo" y es capaz de caer por sí solo en el "pánico".
En este sentido, defiende que la "acción preventiva" debe ser la base de una estrategia más amplia en la zona euro para hacer frente a la crisis de deuda. Así, recalca que los líderes europeos han dibujado una línea roja en España y no permitirán que el mercado amenace a este país. Sin embargo, alerta de que "tener una mano sujeta de forma repetida por los mercados no es manera de gestionar una crisis financiera".
En esta línea, critica también que Portugal está cometiendo los mismos errores que Grecia e Irlanda al esperar a una "desgracia nacional" para pedir ayuda externa. Así, recuerda que los dos países de la eurozona que ya han recurrido al rescate de la UE y el FMI lo han hecho de forma más "desordenada y dolorosa" de lo necesario al esperar a no tener otra opción.
Actuar de forma preventiva
Por ello, el Financial Times considera que si Portugal recurre de forma preventiva al mecanismo de rescate temporal de la UE mejoraría las oportunidades de calmar a los mercados y dejar los fondos de rescate sin utilizar.
Asimismo, señala que la elevada presión de los mercados sobre la economía lusa tiene algo de "mala suerte", ya que al igual que Irlanda, su situación no era "irremediablemente libertina". Sin embargo, sus problemas, similares a los de España, se centran en una productividad estancada, aliviada por el excesivo endeudamiento del sector privado, lo que condujo a un déficit por cuenta corriente elevado que se desperdició en vez de aprovecharse para hacer reformas que incrementaran el crecimiento.
Además, el Gobierno luso fue lento a la hora de actuar y la división política que persiste en el país pone en duda su capacidad para controlar las finanzas públicas. Añade que, aunque que el Ejecutivo parece ahora comprometido en controlar el déficit de forma sería, posiblemente es "demasiado tarde para recuperar la confianza del mercado".
Por el último, el diario apunta que los mercados financieros y los políticos europeos, "como dos bandos rivales en un campo de batalla", se han dado una tregua durante las vacaciones de Navidad, pero, con el nuevo año, desgraciadamente, las perspectiva de paz son escasas en la crisis de deuda en la eurozona. "Los líderes de la zona euro deben asegurarse de que 2011 no repita, o incluso empeore, la situación de 2010", recomienda.
Para llegar al fin de la crisis de deuda, ve necesario que se desenmascare ese "falsa religión" que trata como "sacrosantos" a los acreedores privados de alto nivel. "Esto supone que los líderes europeos deben abrir un nuevo frente. Si quieren la paz financiera, deben prepararse para la guerra".