La preocupación por el excesivo fortalecimiento de la moneda común europea frente al 'billete verde' se extiende entre los países de la eurozona y el Banco Central Europeo (BCE) quienes declararon ayer que este desequilibrio perjudica a los exportadores comunitarios y pone en riesgo la recuperación.
La evolución del tipo de cambio del euro "es un problema que nos preocupa", admitió el primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.
Por su parte, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, reiteró que "la volatilidad excesiva y los movimientos desordenados de tipos de cambio tienen consecuencias negativas para la estabilidad económica y financiera".
Trichet aseguró que la eurozona apuesta por un "sistema financiero sólido y estable" y "comparte" las declaraciones de las autoridades estadounidenses a favor de un "dólar fuerte".