Tras recordar que el mundo enfrenta la mayor crisis económica de los últimos setenta años, recalcó que el comercio ha sido uno de los sectores más golpeados por la contracción global de la economía.
Reveló que según las estimaciones de su institución, en sólo los últimos nueve meses las exportaciones de los países de Europa oriental han caído el 35 por ciento; las de Asia del este, el 25 por ciento; y las de América Latina, el 20 por ciento.
Zoellick participó este lunes en la sesión inaugural de la segunda revisión del mecanismo de ayuda al comercio creado en 2005 por la Organización Mundial del Comercio (OMC), junto con los responsables de los principales organismos financieros del mundo.
En esta tribuna, Zoellick recordó que la integración económica internacional ha alcanzado niveles sin precedentes y se ha generado una suerte de cadena de producción mundial. Mencionó como ejemplo que cada dólar que se exporta de Estados Unidos tiene más componentes importados que nunca antes.
Frente a esta evidencia, el responsable del Banco Mundial advirtió del riesgo del aumento del proteccionismo comercial, que en los últimos meses se ha concretado a través de medidas adoptadas por diversos gobiernos de países desarrollados y en desarrollo.
Zoellick comparó el nivel de proteccionismo actual con una "fiebre todavía ligera", que "no ha llegado a ser una gripe", pero sostuvo que la situación puede cambiar. "El tren se puede salir de control si los países empiezan a contestar a las medidas de otros", dijo, en referencia al riesgo de que cada vez que un país instaure una nueva norma para proteger su mercado o a sus productores nacionales ello genere respuestas similares de otras naciones.
Recordó que las más grandes potencias comerciales, como Estados Unidos, la Unión Europea y China, ya han aplicado medidas proteccionistas de diverso tipo, aunque esa tendencia no se restringe únicamente a los estados.
Explicó que ciertos estados de EEUU aplican ahora normas discriminatorias contra otros, en áreas como las compras gubernamentales. "Los líderes (políticos) deben reconocer que están jugando con fuego", sostuvo Zoellick.
Recuperación incierta
Por otro lado, el G-8 no debería dar por segura la proximidad de la recuperación económica, según se desprende de una carta enviada por Zoellick, al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, que hará las veces de anfitrión de la próxima cumbre del grupo de los ocho países más desarrollados que se celebrará en Italia desde el miércoles.
Copias de la carta, con fecha 1 de julio, que fueron remitidas también a todos los líderes del G-8 señalan que las intervenciones llevadas a cabo por los bancos centrales y los gobiernos parecen "haber interrumpido la caída" de la economía global gracias a la estabilización de los mercados financieros y el impulso de la demanda.
No obstante, Zoellick advierte de que "2009 continúa aún siendo un año peligroso. Los recientes avances podrían dar marcha atrás facilmente y el ritmo de la recuperación en 2010 está lejos de ser seguro".
En este sentido, el presidente del BM señala que, aunque algunos países desarrollados están considerando una batería de medidas que asumen que la recuperación está próxima, "para el mundo en desarrollo es demasiado pronto para pensar en este tipo de medidas".