Según el informe, la desaceleración económica global tuvo un fuerte impacto negativo en los pedidos, lo que afectó tanto a la demanda interna como a la exterior. Además, el fortalecimiento del euro respecto a la libra produjo una contracción de pedidos procedentes del Reino Unido, informa Efe.
Por lo que respecta al empleo, las menores necesidades de producción implicaron que el 39% de las empresas redujera empleo frente al 2% que aumentó la plantilla. Asimismo, los precios continuaron a la baja por tercer mes consecutivo, gracias a los costes más bajos de la materias primas y a la menor demanda. En el lado positivo el estudio de Markit destaca la mejora de los plazos medios de entrega, debido al descenso de los pedidos.
Además, las fábricas redujeron su actividad compradora en respuesta a las menores necesidades de la producción. De este modo, se redujeron los stocks de materias primas y de productos terminados. Para Andrew Harker, economista de Markit Economics, "el asombroso aumento del desempleo, que afectó a mas de 600.000 personas en el cuarto trimestre del año, estuvo en consonancia con la significativa pérdida de empleo indicada por el dato PMI".
Dicho índice es clave para medir el grado de deterioro que padece una determinada economía. Así, un PMI mensual próximo a los 30 puntos implica una contracción económica cerca al 5% anual que es, precisamente, la situación en la que se encuentra la economía española en la actualidad.
Sin embargo, si se descuenta el fuerte aumento del gasto público aplicado por el Gobierno en 2008 (5%) y la desaceleración de las importaciones, la economía española avanza hacia una contracción anualizada próxima al 7% durante el primer trimestre de 2009, con los consiguientes efectos que ello provocaría sobre la caída de los ingresos fiscales y, por lo tanto, sobre el déficit público del país, según los analuistas de Global Economic Perspectives.
Mientras, los datos internos del Ministerio de Economía prevén una fuerte contracción del PIB durante los próximos 6 meses. En concreto, el Indicador Sintético de Actividad, índice que avanza la evolución económica prevista por el Gobierno en los próximos meses, indica una caída del PIB del 2,4% interanual, como mínimo.