Este resultado fue consecuencia de unos pagos que se situaron en 120.756 millones de euros, un 22,5% más, mientras que los ingresos sumaron 60.416 millones de euros, un 28,1% menos. De esta forma, el déficit se ha multiplicado por más de cuatro en un año.
En términos de caja, que computa los ingresos y gastos que efectivamente se han realizado durante el periodo, el Estado alcanzó un déficit de 62.452 millones de euros, frente al déficit de 15.037 millones registrado entre enero y agosto de 2008.
El déficit obtenido debe analizarse teniendo en cuenta la caída de la recaudación, el impacto de las medidas anunciadas por el Gobierno, que ascienden a más de 27.000 millones por reducciones de impuestos, anticipos de devoluciones y mayores aplazamientos, y otras iniciativas del Gobierno para fomentar el empleo y la inversión.
Según Ocaña, las cifras confirman las previsiones del Gobierno y ponen de manifiesto la mala evolución de los impuestos el año pasado y la evolución, también negativa, pero mejor en 2009. A su parecer, los últimos meses permiten pensar que la economía ya no está en "caída libre" y sugieren que el país se está acercando al fondo de la crisis económica.
De esta forma, aseguró que el Gobierno no tiene previsto revisar el objetivo de estabilidad presupuestaria que planteó en el mes de junio y que apunta a un déficit estatal del 9,5% y del 8,1% en el conjunto de las administraciones públicas. Asimismo, adelantó que en octubre se producen ingresos importantes, por lo que será el momento de hacer la "foto final".
La recaudación cae un 18,2%
La recaudación neta ascendió a 100.561 millones de euros, un 18,2% menos que en el mismo periodo de 2008. De hecho, según Ocaña, los ingresos impositivos cayeron un 21,4% en los ocho primeros meses del año, aunque la caída se debe, en parte, a los efectos normativos de las medidas implementadas por el Ejecutivo, por lo que, si se descuenta su efecto, la caída sería del 14,8%.
Los impuestos directos se elevaron hasta los 56.184 millones de euros, un 17,6% menos que el año pasado. En concreto, la recaudación de IRPF ascendió a 39.977 millones de euros, lo que supone un descenso del 12,5% debido a la agilización de las devoluciones, a los mayores aplazamientos y a la deducción de 400 euros, aunque este mes ha mejorado la evolución de la renta en comparación con julio. Sin el efecto de las medidas, el IRPF habría caído un 7,8%.
En el Impuesto de Sociedades que, según Ocaña, es "significativo" en el mes de agosto por su liquidación anual, la tasa de descenso es de un 31,3%, hasta 13.896 millones, debido a la mayor agilización de las devoluciones, al impacto de la segunda fase de la reforma fiscal y a los menores beneficios de las empresas dada la situación económica actual. Si se descuentan las iniciativas, el descenso sería del 29,4%.
La caída del IVA, la "oveja negra"
Los ingresos por impuestos indirectos alcanzaron los 33.180 millones de euros, un 27,1% menos que en 2008. En concreto, en el IVA, la recaudación fue de 18.818 millones, un 38,4% menos, de forma que, según el secretario de Estado, "sigue siendo la oveja negra" de los impuestos en esta crisis.
El descenso del IVA se debe, en parte, al adelanto de las devoluciones respecto a la campaña tipo, así como a la ampliación del derecho de devolución mensual y a los mayores aplazamientos contabilizados. Además, la mayor parte de los ingresos por este impuesto se trasladan al mes de septiembre por la ampliación del plazo de pago en agosto.
Según Ocaña, la caída de la recaudación de este impuesto refleja el descenso en el gasto final de los hogares sujeto al IVA, aunque también el efecto de todas estas medidas, ya que, si no se tienen en cuenta, la caída habría sido del 21,1%, "más acorde" con lo visto en la evolución económica. Sobre si cae el IVA por el aumento de la economía sumergida, el secretario de Estado se limitó a decir que ahora no es tan fácil que las empresas, por su tamaño, puedan formar parte de una bolsa de fraude.
Aplazamientos del pago
En cuanto al total de aplazamientos, Ocaña adelantó que, hasta agosto, se han producido un total de 789.100 aplazamientos impositivos por valor de 10.391 millones de euros.
Por su parte, los ingresos por Impuestos Especiales se elevaron hasta los 12.657 millones de euros, un 2,7% menos. De este capítulo resalta la recaudación del Impuesto sobre el Alcohol y las bebidas derivadas, que cayó un 13%, mientras que la recaudación del Impuesto sobre Hidrocarburos descendió un 5,1%.
En cuanto a los pagos no financieros, éstos representaron un total de 121.633 millones de euros, con un aumento interanual del 25,9%. Las transferencias corrientes crecieron hasta agosto un 27,7%, con 68.964 millones de euros, entre los que se encuentran las transferencias al Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE) por una cantidad de 11.508 millones. Destacan también las transferencias de capital, que aumentaron un 175,6% debido a los pagos al Fondo Estatal de Inversión Local.
A finales de agosto, el Estado obtuvo una necesidad de endeudamiento de 68.219 millones de euros, mientras que en el mismo periodo del año anterior fue de 8.715 millones. Esto se debe, en parte, al déficit de caja por operaciones no financieras y al incremento de las operaciones netas por activos financieros, con un aportación de más de 9.000 millones al Fondo de Adquisición de Activos Financieros (FAAF) y otra de más de 2.000 al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).