El Gobierno del presidente Barack Obama calcula que el período fiscal 2009, que concluye el 30 de septiembre, cerrará con un déficit de 1,75 billones de dólares. Después de un agujero de 83.800 millones en enero, la mayoría de los analistas esperaba un saldo negativo de unos 206.000 millones en febrero.
El saldo negativo de febrero pasado fue el más alto desde los 237.200 millones de dólares de octubre pasado, cuando el Gobierno inyectó cientos de miles de millones de dólares para sustentar el sistema financiero. Las cifras del informe dado a conocer dan un bosquejo del deterioro en la economía de Estados Unidos, que entró en recesión en diciembre de 2007 y ha tenido ya una pérdida neta de más de cuatro millones de puestos de trabajo.
Mientras que los gastos del gobierno sumaron 280.100 millones de dólares, el mismo nivel que en febrero de 2008, las recaudaciones bajaron a 87.300 millones de dólares, el nivel más bajo desde febrero de 1995.
Febrero es, típicamente, el mes con el déficit más alto del año, debido al pago de los reembolsos de impuestos, si bien en esta ocasión superó en casi un 10 por ciento al de febrero de 2008, que sumó 175.600 millones de dólares.
En los cinco primeros meses del período fiscal, las recaudaciones del gobierno han bajado un 11 por ciento, hasta los 860.900 millones de dólares, frente a los 967.200 millones de dólares del mismo periodo del año anterior.
Los gastos del Gobierno, en cambio, han subido un 32 por ciento hasta los 1,62 billones de dólares entre octubre y febrero, en gran medida como resultado de las inversiones y préstamos a los bancos, las empresas financieras y de seguros, así como a los fabricantes de vehículos.
Desde que en octubre se puso en marcha el plan de socorro financiero, el Departamento del Tesoro ha gastado 290.500 millones de dólares en su apoyo a los bancos y las empresas automovilísticas. Por ahora, en los libros de contabilidad, estos activos figuran con su costo pleno, pero el gobierno tiene la esperanza de que rindan algún fruto cuando, eventualmente, se vendan.
Otro gasto sustancial del Departamento del Tesoro ha sido la entrega de unos 14.000 millones de dólares en otros programas que buscan la estabilización del mercado de la vivienda. La contracción sustancial de las recaudaciones del Gobierno se debe, principalmente, a que los individuos y las empresas -que pierden empleos y ventas- pagan menos impuestos sobre sus ingresos. Éste es el impacto de la recesión sobre las ganancias empresariales, los réditos de inversiones y los sueldos.
Así en febrero, las recaudaciones de los impuestos sobre ingresos individuales fueron de apenas 8.700 millones de dólares, es decir un 64 por ciento menos que en febrero de 2008. En los cinco primeros meses del año estas recaudaciones suman 388.500 millones de dólares, esto es un 13 por ciento menos que en el período similar del año fiscal 2008.
Los impuestos sobre los ingresos de las empresas mostraron en febrero un saldo negativo de 2.000 millones de dólares, en lo que supone la primera vez en seis años que los reembolsos superan a los pagos. En los cinco primeros meses del año fiscal los impuestos sobre los ingresos de las empresas suman 52.800 millones de dólares, un 46 por ciento menos que entre octubre de 2007 y febrero de 2008.
Los impuestos sobre los sueldos, en cambio, han subido un 0,4 por ciento en febrero, y en lo que va del período fiscal suman 344.800 millones de dólares, un 0,9 por ciento más comparado con un año antes.