LD (M. Llamas) Era cuestión de tiempo. Tal y como avanzó LD en junio de 2008, el excesivo endeudamiento de la economía española auguraba la llegada del temido credit crunch (restricción del crédito). Ya está aquí. Por primera desde que existen registros oficiales (1996), la financiación a los hogares se contrae, esto es, registra tasas negativas a nivel interanual.
Desde el estallido de la crisis subprime a mediados de 2007, el volumen de préstamos a empresas y familias no ha hecho más que descender en España. Así, según los datos oficiales del Banco de España, mientras que la financiación a los sectores no financieros residentes crecía a un ritmo del 19% interanual en 2006, dicho volumen apenas subió un 12,3% en 2007 y un 7,4% en 2008, hasta un total de 2,54 billones de euros. Tasas muy alejadas pues de los años de la burbuja inmobiliaria, en donde el crédito al sector privado avanzaba a un ritmo superior al 22% interanual.
Sin embargo, el estallido de la burbuja del ladrillo, la elevada deuda de los españoles y la sequía de crédito en el mercado interbancario desde el estallido de la crisis crediticia internacional ha ido restringiendo las líneas de financiación a empresas y familias.
El credit crunch que sufre España ha reducido drásticamente la concesión de nuevos préstamos al sector privado, ha endurecido las condiciones e, incluso, ha elevado el coste de la financiación (tipo de interés) pese a la laxa política monetaria aplicada por el Banco Central Europeo (BCE). Como resultado, hoy es mucho más difícil obtener un crédito.
Sin embargo, pese a todo, el volumen vivo de deuda ha seguido creciendo en los últimos meses, aunque a un ritmo muy inferior. Si la financiación a hogares y empresas crecía a un ritmo del 12,3% interanual en diciembre de 2007, tal aumento se redujo al 7,4% en diciembre de 2008. Mientras, el pasado marzo, la financiación al sector privado avanzaba ya a un ritmo del 6,4%, tal y como recoge la siguiente gráfica.
El crédito a las empresas creció entonces un 6,1% interanual (hasta los 1,3 billones de euros), mientras que la financiación de los hogares avanzó un 2,2% (hasta los 903.331 millones). Sin embargo, desde marzo, la desaceleración crediticia ha seguido su curso.
No obstante, tal y como avanzó el propio director del Servicio de Estudios del Banco de España, José Luis Malo de Molina, el crédito podría registrar crecimiento negativo en los próximos meses. El sector financiero prevé cerrar con una tasa negativa del crédito total en 2009. De hecho, el presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO) Aurelio Martínez, anunció el martes que dicha entidad acaparará la concesión de nuevos préstamos el próximo agosto ya que, para entonces, el volumen de crédito total en España se estancará -crecimiento del 0% en tasa interanual-.
Es decir, la tendencia de desaceleración crediticia avanza imparable. De hecho, los hogares serán los primeros en sufrir la contracción interanual de los préstamos, según los últimos datos del Banco de España. El pasado marzo, el crédito a lo hogares (en su mayoría hipotecas) ascendía a 903.131 millones de euros, un 2,2% más que en el mismo mes de 2008. Un aumento interanual muy inferior al de marzo de 2008 (11%) o al de la tasa registrada en el cómputo global de 2006 (20,4% interanual).
Según los últimos datos y previsiones oficiales el crédito a los hogares ya ha entrado en tasas negativas por primera vez desde que existen registros (1996). Y es que, en caso de cumplirse el estancamiento del crédito total que prevé el ICO para agosto (aumento del 0%), el volumen de préstamos a las familias el pasado marzo (903.131 millones) ya era inferior al de junio de 2008 (906.874 millones de euros). Nada hace prever una tasa positiva, ya que la financiación a los hogares lleva descendiendo en tasa interanual, mes tras mes, desde 2007.
No es de extrañar si se tiene en cuenta el hundimiento que ha experimentado la concesión de hipotecas y el volumen de compraventa de viviendas. Según los últimos datos del Instituto nacional de Estadística (INE) correspondientes a marzo, el capital prestado por las entidades para este tipo de préstamos se desploma a un ritmo del 37,4%, y el importe medio de las hipotecas sobre viviendas baja un 16% interanual. Además, el crédito al consumo -tarjetas de crédito- también se ha hundido.
La contracción no sólo afectará a las familias. Las empresas españolas también serán golpeadas por el credit crunch, ya que la financiación a las compañías también registrará tasas negativas, a la vista del desplome registrado en los últimos meses.
El único sector que no sufre tal contracción es la Administración Pública, tal y como avanzó LD. De hecho, los organismos públicos acaparan el escaso crédito existente, con aumentos interanuales próximos al 80%, provocando un efecto expulsión (crowding out) del sector privado. Ante tales datos, no es de extrañar que el ICO (entidad pública) prevea liderar la concesión de créditos nuevos en España.