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El Congreso de EEUU rechazó elevar las provisiones bancarias

La Agencia Federal que garantiza los depósitos bancarios en EEUU podría declararse insolvente este año, tal y como avanzó LD. El Tesoro estudia prestar 500.000 millones para salvar unos números rojos que son responsabilidad del Congreso: rechazó elevar las provisiones entre 1996 y 2006.

La Agencia Federal que garantiza los depósitos bancarios en EEUU podría declararse insolvente este año, tal y como avanzó LD. El Tesoro estudia prestar 500.000 millones para salvar unos números rojos que son responsabilidad del Congreso: rechazó elevar las provisiones entre 1996 y 2006.

LD (L. Ramírez / M. Llamas) La agencia federal que asegura los depósitos bancarios de los norteamericanos (el equivalente en EEUU del Fondo de Garantía de Depósitos español) no tiene suficientes fondos para encarar la debacle financiera.

El organismo admite que podría declarase insolvente este año y el Tesoro estudia inyectar 500.000 millones de dólares a través de un crédito que permita al Fondo seguir rescatando entidades y depositantes. Las bancarrotas han reducido los fondos propios del FDIC hasta los 18.900 millones de dólares en el cuarto trimestre de 2008. Una cantidad del todo insuficiente ante las nuevas insolvencias que se avecinan.

En lo que va de 2009 ya han quebrado 16 bancos en EEUU y, como resultado, se están agotando las reservas del FDIC, tal y como avanzó LD. Y es que, el reguero de cadáveres bancarios amenaza con intensificarse a lo largo del presente ejercicio. Según el FDIC, por el momento el sistema financiero estadounidense cuenta con 252 entidades en riesgo de quiebra, y cerca de 500 son vulnerables. La Agencia federal apenas dispone ya de 20.000 millones de dólares para afrontar el coste de nuevas caídas bancarias, acrecentando el temor sobre los depósitos de los estadounidenses.

Y precisamente ahora conocemos la razón por la que el Fondo carece de reservas: los congresistas de EEUU rechazaron que las entidades aportarán provisiones a la agencia que salvaguarda los depósitos en virtud de los riesgos asumidos entre 1996 y 2006.

El Fondo ha intentado en numerosas ocasiones durante los últimos años lograr la autorización del Congreso para recaudar estas provisiones en caso de que se produjera una crisis financiera. Pero los responsables políticos pensaban que el Fondo estaba bien capitalizado y que las quiebras bancarias serían muy infrecuentes, según recuerda el diario nortemamericano Boston Globe.

Ahora, con la tormenta financiera dejando en la cuneta a cientos de bancos nortemaericanos, el Fondo ha vuelto a proponer a las entidades que incrementen sus aportaciones, pero ahora no disponen de la liquidez necesaria para ello y no se pueden permitir sacar dinero de sus balances para inyectarlo en la agencia. El Fondo recaudó por este concepto 3.000 millones el año pasado y este año sus responsables se han propuesto multiplicar esta cifra por nueve, hasta los 27.000 millones de dólares.
 

Número de entidades financieras que aportan al Fondo de Garantía
(1999-2008)



Fuente: FDIC

Para reducir en la medida de lo posible el impacto que este aumento de las provisiones puede tener en el sector financiero, el Fondo ha pedido ayuda a la Cámara de Representantes.

El presidente de la Comisión de Banca del Senado de EEUU, Christopher Dodd, está negociando con el Gobierno la posibilidad de que el Tesoro aporte al FDIC un crédito temporal de 500.000 millones de dólares para reforzar su balance y así poder devolver los ahorros, garantizados por ley, de los estadounidenses cuyas entidades quiebren,

Al cierre de diciembre, el Fondo tenía en sus arcas 18.900 millones de dólares (frente a los 52.400 millones contabilizados un año antes). La agencia estima que necesitará al menos 65.000 millones para capear la tormenta financiera hasta 2013.

“Han sido 5 años en los que el sector bancario ha gozado de una envidiable salud y es una pena que no se haya aprovechado para incrementar las reservas del Fondo”, señala Sheila Bair presidenta del FDIC. “Esta es la razón de que nos encontremos ahora en la situación en la que nos encontramos. Una lección que debemos aprender es que hay que incrementar los fondos en épocas de bonanza para poder superar la llegada de las vacas flacas”, añade la responsable de la agencia.

La situación se ha agravado después de que el pasado octubre el entonces presidente de EEUU, George W. Bush, decidiera ampliar –con el beneplácito del Congreso- el límite de cobertura de los depósitos bancarios, de 100.000 a 250.000 dólares por cliente.

No obstante, el Fondo nunca ha dejado hasta ahora a ningún afectado por quiebra en la cuneta y sus responsables aseguran que “nada va a cambiar” al respecto. La agencia sufrió una importante reducción de sus reservas en la crisis crediticia de los años ochenta, lo que obligó al Fondo a elevar las primas para maquillar la caída..

Después, la expansión de la economía alimentada por unos tipos de interés bajados de forma artificial por la Reserva Federal generaron una espiral de crecimiento que, aunque a todas luces era insostenible, los responsables políticos emplearon para defender la existencia de un ciclo económico que se expandiría para siempre. Incluso algunas voces hablaban del “fin de los ciclos económicos”.

Por ello, los congresistas decidieron en 1996 que las reservas del Fondo eran suficientes y que no merecía la pena obligar a las entidades a aportar primas en función de su riesgo crediticio. El 96% de las entidades dejaron de abonar este tipo de provisiones entre 1996 y 2006. Ahora, el mandato del Congreso dice que las primas deben estar situadas entre el 1,15% y el 1,5% de los depósitos. El ratio de reserva a 31 de diciembre de 2007 era del 0,4%.

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