Fuentes del CNI consultadas por el diario El País señalan que la división de Inteligencia Económica del Centro de espionaje español están investigando los presuntos ataques financieros y bursátiles a España que denunció Zapatero. Su propio secretario de Estado lo negó días después.
Según esta información, los espías económicos están indagando "si los ataques de los inversores y la agresividad mostrada por algunos medios de comunicación anglosajones obedecen a la dinámica del mercado y a los desafíos a los que se enfrenta la economía española, o si hay algo más detrás de esa campaña".
En esta misma proposición ya se da por hecho que lo que está sufriendo nuestro país son ataques, y por lo tanto, intencionados. Así al menos se ha expresado hasta la fecha Rodríguez Zapatero en Davos (cuando hizo esta insinuación después de que Roubini señalara que España era una amenaza para el Euro) o el ministro de Fomento que denunció "maniobras un tanto turbias" de los especuladores financieros.
Más tarde, el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa se mostraba tajante al decir que "no hay conspiración". Fue durante el "road show" que le condujo, de escudero de Elena Salgado de gira por Europa para intentar convencer a inversores y medios de comunicación de la "solidez" de nuestras cuentas públicas y nuestro sistema financiero.
El Financial Times compró el mensaje de la vicepresidenta económica y dio un giro de 180º a su línea editorial, alabando la política económica del gobierno de Zapatero. Otros medios como The Economist , no lo hicieron y volvieron a criticar con dureza la política económica española y señalaba que si Zapatero continúa al frente del Gobierno, podría ser "la ruina".