LD (EFE) Tras una reunión de dos días celebrada en Tokio, la junta del banco central decidió de forma unánime mantener el tipo interbancario por décima octava semana consecutiva.
Según el comunicado oficial del Banco de Japón (BOJ), "el crecimiento económico ha sido flojo a causa de la situación general de los altos precios de la energía y las materias primas además de la debilidad de las exportaciones".
El banco señaló además factores de riesgo tales como la situación de inestabilidad en los mercados financieros globales y la ralentización económica en EEUU, uno de los principales mercados para las exportaciones niponas.
A pesar de los riesgos, que según el BOJ "requieren atención", el banco central mantuvo una visión optimista sobre el panorama económico de futuro en Japón. "Se espera que (la economía) vuelva gradualmente a una trayectoria de crecimiento moderado a medida que se reduzca el nivel del precio de las materias primas y las economías extranjeras abandonen su fase de desaceleración", agregó el BOJ.
Los analistas descartan que el Banco vaya aumentar los tipos de interés y apuntan a que incluso podrían considerar seriamente la posibilidad de bajarlos para impulsar la economía, según la agencia local de noticias Kyodo.
La reunión del BOJ se produjo en un momento en el que aumentan los signos de ralentización de la economía nipona. A principios de agosto el Gobierno japonés admitió en un informe que la economía nipona había entrado en una fase de contracción, y que el periodo de expansión económica más largo de después de la Segunda Guerra Mundial había finalizado.
Según el comunicado oficial del Banco de Japón (BOJ), "el crecimiento económico ha sido flojo a causa de la situación general de los altos precios de la energía y las materias primas además de la debilidad de las exportaciones".
El banco señaló además factores de riesgo tales como la situación de inestabilidad en los mercados financieros globales y la ralentización económica en EEUU, uno de los principales mercados para las exportaciones niponas.
A pesar de los riesgos, que según el BOJ "requieren atención", el banco central mantuvo una visión optimista sobre el panorama económico de futuro en Japón. "Se espera que (la economía) vuelva gradualmente a una trayectoria de crecimiento moderado a medida que se reduzca el nivel del precio de las materias primas y las economías extranjeras abandonen su fase de desaceleración", agregó el BOJ.
Los analistas descartan que el Banco vaya aumentar los tipos de interés y apuntan a que incluso podrían considerar seriamente la posibilidad de bajarlos para impulsar la economía, según la agencia local de noticias Kyodo.
La reunión del BOJ se produjo en un momento en el que aumentan los signos de ralentización de la economía nipona. A principios de agosto el Gobierno japonés admitió en un informe que la economía nipona había entrado en una fase de contracción, y que el periodo de expansión económica más largo de después de la Segunda Guerra Mundial había finalizado.