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El riesgo de quiebra de Dubai golpea con fuerza a la banca europea y asiática

Dubai solicita un aplazamiento de seis meses para la deuda de Dubai World -unos 60.000 millones de dólares-, el 'holding' estatal inmobiliario del país. La banca europea y asiática es la más expuesta a la burbuja inmobiliaria de esta ciudad fantasma.

Dubai ha asestado un duro golpe a la banca europea y asiática que, a su vez, ha arrastrado a las principales plazas bursátiles del Viejo Continente y el sudeste asiático. La espita saltó tras la petición del Gobierno de aplazar seis meses la abultada deuda que acumula Dubai World, el gran 'holding' estatal responsable de algunos de los proyectos inmobiliarios más extravagantes del mundo.

Y es que, Dubai aprovechó la época de burbuja crediticia de la última década para generar un crecimiento económico espectacular basado fundamentalmente en el mercado inmobiliario.

En los últimos meses, y pese al evidente deterioro que venía sufriendo el mercado de la vivienda a nivel mundial, la ciudad-estado había asegurado una y otra vez a los inversores que podría cumplir todos sus requerimientos de deuda bruta, que asciende a un total de 80.000 millones de dólares. Dubai ha solicitado un aplazamiento de seis meses (hasta el próximo 30 de mayo) para cumplir con sus compromisos de pago, tras "congelar" (suspender) una deuda por valor de 59.000 millones dólares.

Entre los bonos afectados se encuentra una deuda de 3.500 millones de dólares perteneciente a Nakheel, una subsidiaria de Dubai World, que debía hacerse efectivo el próximo diciembre. El bono era considerado una prueba crucial de la capacidad de Dubai de pagar sus deudas, en medio de un colapso del mercado de bienes raíces que se ha expandido a lo largo de la economía del emirato árabe.

En las últimas horas Dubai ha obtenido 5.000 millones de dólares de dos bancos de Abu Dhabi, como parte de un programa de ayuda financiera que asciende a 20.000 millones. Los bonos equivalen a un rescate de Dubai por parte de los Emiratos Árabes Unidos encabezados por Abu Dhabi (Abu Dhabi y Dubai son los dos principales emiratos semiautónomos que integran los Emiratos Árabes Unidos), según informa The Wall Street Journal.

El aplazamiento de deuda ha afectado de lleno a la ya delicada credibilidad de la ciudad estado, ahogada por su elevado endeudamiento y el colapso de su mercado inmobiliario. De hecho, según el mercado de Credit Default Swaps (CDS), una especie de seguro que contratan los inversores para protegerse de posibles impagos, los bonos a cinco años del Gobierno de Dubai se disparó hasta los 571 puntos básicos.

Esto significa que un inversor tiene que pagar 571.000 dólares para asegurar deuda soberana por valor 10 millones. El miedo se ha extendido a otros bonos soberanos de la región, como los de Abu Dhabi, cuyos CDS subieron hasta los 169 puntos básicos frente a los 136,4 de ayer, Qatar (129,5 frente a 103,7), Arabia (114,7 frente a 90,4) o Bahrain (222 frente a 194,5). La mayor percepción de riesgo también se ha afectado a otos mercados emergentes, como los de Europa del Este.

Caídas bursátiles

La posible caída de Dubai ha arrastrado a la banca europea y asiática, ya que está muy expuesta a la gran burbuja inmobiliaria dubaití. Estas entidades, sobre todo la banca alemana y la de Hong Kong, concedieron cuantiosos créditos para el desarrollo de los grandiosos complejos inmobiliarios construidos al calor del dinero fácil y barato.

Como resultado, sus acciones han sufrido un duro correctivo a la baja que, a su vez, ha arrastrado a los principales mercados: a media sesión, el Ibex cedía un 1,7% y se situaba por debajo de los 11.800 puntos, el Dax alemán bajaba un 2%, al igual que el CAC 40 francés. Londres perdía un 1,6% hasta que un problema técnico obligó a cerrar el parqué. Curiosamente, la bolsa de Nueva York y la de Dubai también permanecen cerradas por coincidir con festivas. 

Exposición de la banca europea: 40.000 millones de dólares

Según los analistas de Credit Suisse, la exposición de la banca europea a la deuda de Dubai Índice DAX a las 11:00 de la mañanaasciende a 13.000 millones de euros. "Una pérdida del 50% de dicha exposición sería equivalente a un aumento del 5% de las provisiones para 2010, o un golpe de unos 5.000 millones de euros después de impuestos". Sin embargo, esta cifra ascendería a 40.000 millones de dólares (26.600 millones de euros) en caso de incluir a todas las entidades europeas, no sólo a las que cubre el banco suizo.

La banca alemana también está muy expuesta a los países del Este de Europa, Grecia y España. Los bancos alemanes han usado durante la crisis financiera entre el 40 y el 45% del volumen de liquidez que el Banco Central Europeo (BCE) ha inyectado en el mercado en sus operaciones de refinanciación.

Esta cifra, que el Bundesbank facilitó en la presentación de su primer informe de estabilidad financiera, muestra las dificultades de los institutos de crédito de Alemania, la mayor economía de la zona del euro, desde el inicio de la crisis en agosto de 2007 y tras su intensificación con la quiebra de Lehman Brothers en septiembre del pasado año. De hecho, el Bundesbank estima que el sistema financiero germano perderá otros 90.000 millones de euros.

Un mercado "planificado"Dubai en 1960

Al peculiar capitalismo practicado en Dubai se le ha llamado “libre mercado de planificación central”, un engendro que, tal y como alertaban los partidarios del capitalismo a secas, iba a salir como el rosario de la aurora.  El pequeño emirato del Golfo, en el que viven dos millones escasos de personas, ha obrado el milagro de crecer de manera sostenida -que no sostenible- durante 10 años a tasas que quitaban el hipo, superiores incluso, en ocasiones, a las de los tigres asiáticos. 

Dubai, como el resto de sus vecinos del Golfo, vivieron de la pesca y la “caza” perlas hasta la irrupción del petróleo en la segunda mitad del siglo XX. El emir Zayed Sultan Al Nahyan, uno de los mandatarios de Oriente Medio más abiertos hacia occidente, vislumbró junto al hoy emir Mohammed Rashid Al Maktoum un Dubai moderno y floreciente que no dependiese exclusivamente del petróleo. A ello se afanaron ambos, con más convicción el segundo, abriendo el país a los extranjeros. 
Dubai en 1990
Durante el último lustro Dubai ha sido un paraíso para inversores, banqueros y ejecutivos occidentales. A la llegada de forasteros le acompañó un programa urbanístico único en el mundo. La Dubai de 1999 no se parece en nada a la de 2009. En el desierto han crecido los rascacielos como espigas de trigo acristaladas.

Los mejores arquitectos del mundo han trabajado a orillas del Pérsico entregando alguna de las mejores torres levantadas en lo que va de siglo. El Burj Dubai es, con sus 818 metros de altura, la estructura más alta jamás construida por el hombre. 

El skyline de Dubai es sólo el aperitivo. Las dos empresas que han tirado del carro de la construcción y que hoy son las más endeudadas, Dubai World y Nakheel, ambas estatales, emprendieron un proyecto a caballo entre la realidad y la ficción: ganarle terreno al mar mediante islas artificiales. Y no unas islas cualquiera sino islas artísticas, con forma de palmera como la célebre Jumeirah Island o dibujando un mapamundi sobre la bahía. 
Dubai en 2009
Durante unos años no se hablaba de otra cosa y los inversores derramaban sobre el emirato una pila de dólares frescos. Casi todos se fueron al sector inmobiliario, que entró en una espiral alcista situando el metro cuadrado de Dubai entre los más caros del mundo. Hasta que la burbuja, inducida por los megaproyectos estatales y el dinero a raudales que llegaba de Europa y Estados Unidos, estalló repentinamente el año pasado. 

El dinero occidental dejó de fluir, los chalets frente a la costa dejaron de venderse y los lujosos edificios de oficinas empezaron a quedarse vacíos. A día de hoy, una de cada cuatro casas en Dubai está vacía y eso que los precios han caído hasta un 50% sobre los de 2007. Las dos grandes empresas gubernamentales no pueden hacer frente a todo lo que habían pedido prestado en los buenos tiempos y acumulan una deuda millonaria que nadie puede avalar, ni siquiera la Hacienda del emirato.

Los ingresos del petróleo son una minucia en comparación con las cifras que maneja el negocio de la construcción. El petróleo aporta tan sólo el 5,1% de un PIB inflado por la burbuja inmobiliaria. 

Con un panorama tan negro a Dubai World y Nakheel no les queda mucha más opción que presentar la quiebra y pagar lo que puedan con el patrimonio inmobiliario que poseen. El emirato es un Estado y, como tal, no puede quebrar pero habrá de apretarse bien fuerte el cinturón y asistir al fin de un sueño que ha terminado en pesadilla.

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