No ha habido huelga general entre los profesionales que trabajan en los diarios económicos, si exceptuamos, claro está, los periodistas del grupo Prisa, que han seguido a sus compañeros de El País en este paro general convocado por unos sindicatos fascistas que configuran una casta de parásitos que viven del trabajo de los demás y que engañan a una masa obrera para que sigan levantándose a las 6 de la mañana para financiar los cruceros por el Báltico y las comilonas de lujo de sus dirigentes.
Mientras que la mayoría de periódicos generalistas dan pena por el poco grosor de las ediciones de este martes, los económicos cumplen con su cita diaria, aunque Cinco Días tenga algunas páginas menos que en una jornada normal. Por supuesto todas las portadas hacen referencia a la huelga, así como los editoriales, que coinciden en vaticinar un fracaso de la convocatoria y en advertir de que toda esta movilización es un gran paripé pactado con el Gobierno para evitar que a los líderes sindicales les tiren tiestos por la ventana y les llamen chorizos y sinvergüenzas los viandantes que se crucen con ellos.
Expansión afirma que "España se juega 4.000 millones con la huelga" y estima que "el coste de la protesta para la economía oscilará, según el seguimiento, entre el 0,1% y el 0,4% del PIB". El diario recuerda que "los servicios mínimos son la clave", porque "el 75% del transporte no va a funcionar"; además, indica que las empresas han adelantado trabajo y la distribución ha aumentado los abastecimientos" en los comercios.
En su Editorial, titulado "una huelga estéril y desenfocada", el periódico considera que "los sindicatos se juegan mucho" porque "si la huelga-una ‘gran putada’ como la calificó el propio Toxo- es la constatación del gran fracaso del papel del diálogo social, el eventual fracaso de la movilización de hoy dejaría gravemente deteriorada la legitimidad de los sindicatos como representantes de los derechos de los trabajadores, y de los que aspiran a serlo".
En cuanto al económico de Prisa, Cinco Días, titula a toda página: "los sindicatos se la juegan en la sexta huelga general de la Democracia". El diario destaca que "los servicios mínimos están en el aire donde no hay acuerdo", centra su atención en Madrid que es, a su juicio, "el principal foco de fricción del paro general de hoy". Como cada día no falta el guiño a Zapatero por parte de la dirección del periódico, ya que se deja claro que "el Gobierno mantiene la oferta de diálogo en pensiones"; en referencia a la reforma que se presentará en unas semanas.
Precisamente, el Editorial se titula: "condenados a entenderse a partir de mañana", en el que afirma que "a partir de mañana lo importante es que sindicatos, patronal y Gobierno sean capaces de recomponer el diálogo social y avanzar en las muchas reformas pendientes". Hoy, en cambio, "es imprescindible asegurar que la jornada de huelga general transcurra con normalidad, sin violencias ni amedrantamientos. Sólo así podrán los trabajadores elegir con libertad si deciden secundar la huelga o acudir a sus puestos de trabajo". Parece que los señores de Cinco Días no conocen a estos energúmenos.
Finalmente, hay que repasar la edición de hoy del diario El Economista, que en su portada incluye unas caricaturas de los dirigentes sindicales Toxo y Méndez, bajo el titular: "¿Aprendices de políticos o sindicalistas?". El periódico explica que "UGT y CCOO escenifican hoy la huelga contra un Gobierno con el que se acabarán entendiendo: negociarán la letra pequeña de la reforma laboral".
En su Editorial, El Economista dice que "el abrazo del oso de Zapatero ahoga a unos sindicatos politizados". En el artículo, el periódico dice que el presidente del Gobierno "ha sido hábil difuminando y retrasando la obligada reforma de las pensiones, algo que podría haber atraído adhesiones en masa. Encima, aprovechando que los mercados contemplan el nivel de contestación como un termómetro de su capacidad para hacer lo que debe. Su abrazo del oso ha dejado vacías las organizaciones sindicales cuando se trata de instituciones imprescindibles".