El 90% de los liberados sindicales no acude a la minifestación

Fracaso absoluto de asistencia a la manifestación convocada el martes por UGT y CCOO contra la reforma de las pensiones que plantea el Gobierno socialista, bajo el lema En defensa de las pensiones. No al retraso de la jubilación. La solución no es recortar la protección social.

Según los sindicatos, su poder de convocatoria movilizó ayer a decenas de miles de personas en diez ciudades españolas para pedir al Ejecutivo que retire su propuesta de reforma de pensiones, que se centra en retrasar en dos años (hasta los 67) la edad legal de jubilación así como extender el período de cálculo para estimar la cuantía de la prestación.

En concreto, según los propios organizadores, en la manifestación de Madrid participaron más de 70.000 personas, mientras que el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, señaló que en Barcelona la protesta fue secundada por cerca de  50.000 ciudadanos. En el caso de Oviedo los protestantes ascendieron a 40.000, en Valencia a 25.000 y en Alicante a 10.000, según el dirigente de CCOO.

En total, según las estimaciones sindicales, la convocatoria en las principales ciudades apenas reunió a 195.000 asistentes. Esta cifra equivaldría al 65% de los liberados sindicales que existen en España.

Según los distintos cálculos existentes al respecto, el nivel de afiliación a sindicatos apenas alcanza al 15% del total de trabajadores. Pese a esta escasa adhesión, España cuenta con cerca de 300.000 liberados sindicales, dedicados a tareas relacionadas con estas entidades. El coste de estos liberados asciende a unos 5.000 millones de euros, a los que habría que sumar otros 4.000 millones para poder cubrir los puestos de trabajo que no desempeñan en sus empresas.

Los datos de la policía: 31.000

Pero la escasez de asistentes aún es mucho más sorprendente si se toman como referencia las cifras facilitadas por la policía municipal en las distintas ciudades. Así, las autoridades estimaron que en Madrid los asistentes se aproximaron a los 9.000, mientras que en Barcelona la cifra no superó los 10.000.

Es decir, unas 20.000 personas en las dos principales urbes del país, apenas el 16% de lo estimado por UGT y CCOO (unas 120.000 personas entre Madrid y Barcelona). Si se extrapola dicho diferencial al cómputo total de asistentes ofrecido por los sindicatos en las cinco principales ciudades (Madrid, Barcelona, Oviedo, Valencia y Alicante), la cifra real se aproximaría a las 31.000 personas frente a los 195.000 que señalan los sindicatos convocantes.

De este modo, según las estimaciones de las autoridades, los asistentes a las manifestaciones de ayer equivaldrían a casi el 10% de los liberados sindicales. O dicho de otra forma, a la vista de estas estimaciones, el 90% de los liberados sindicales no habría acudido al llamamiento de sus líderes.

El martes fue el primer día de movilizaciones, pero éstas se extenderán otros once días más, en los que en total se convocarán 57 manifestaciones por toda España.

Hasta tal punto ha fracasado la minifestación contra la reforma de las pensiones que el  secretario general de UGT, Cándido Méndez, se apresuró a señalar este miércoles que la "inmensa mayoría" de la gente que ayer se quedó en casa y no acudió a la manifestación contra la reforma de las pensiones "opina que los 67 años, no".

Tras reunirse con el portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, en el Congreso de los Diputados para analizar la actual situación económica, Méndez hizo una valoración "positiva" de la convocatoria de Madrid, "a pesar del tiempo, que no fue bueno".

El dirigente sindical no quiso entrar en la "guerra de cifras" sobre la participación en la manifestación, aunque sí consideró que "ha canalizado lo que opina la inmensa mayoría de la población en nuestro país", sobre el retraso de la jubilación a los 67 años, informa Efe.

Criticó que "se estén haciendo lecturas apresuradas" sobre la convocatoria de ayer, que "son el inicio" de más manifestaciones que continuarán hasta el 6 de marzo y advirtió de que "nadie de manera forzada o precipitada intente hacer falsas lecturas", ya que la idea de la sociedad es "muy negativa".

Ambos coincidieron en que el desplazamiento en la edad de jubilación debe ser a través de la incentivación voluntaria.