El Gobierno ya no puede mantener durante más tiempo las mentiras en lo referente a las medidas económicas necesarias para reducir la enorme brecha entre los ingresos y los gastos del Estado (déficit público), que cerró 2009 con un agujero cercano a los 100.000 millones de euros. Después de aprobar la mayor subida de impuestos de la historia (y permitir a las CCAA que inventen nuevas tasas y tributos) ahora estudia congelar –o directamente rebajar- los salarios de los empleados públicos.
"No es lo principal, pero sí está sobre la mesa el revisar esos pactos para hacerlos coherentes el objetivo marcado por el Gobierno", señaló Ocaña. El secretario de Estado dijo que el Gobierno intentará reducir la tasa de reposición (es decir, reducir el volumen de personal público que no se renueva), según informa Europa Press.
Ocaña añadió que el acuerdo para la Función Pública, firmado el pasado 25 de septiembre y que contempla un incremento salarial del 0,3% en 2010, se tendrá que revisar en el marco adecuado, que es la negociación con los sindicatos.
El objetivo será asegurar que se cubre la reducción del 4% del coste que suponen los empleados públicos y que ha planteado el Gobierno en su plan de austeridad, puesto que lo acordado inicialmente con los sindicatos tiene ahora que adaptarse a lo planteado por el Gobierno para reducir el déficit.
Ocaña respalda la reforma laboral
Preguntado por las declaraciones del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, sobre la necesidad de llevar a cabo una reforma laboral, Ocaña coincidió en la importancia de acometer una reforma "ambiciosa" que cambie las expectativas del mercado.
"Necesitamos un reforma que acabe con la sensación de que estamos condenados a tener este número de parados durante mucho tiempo. Estoy absolutamente de acuerdo" (con Fernández Ordóñez), señaló, tras destacar que ésta es una de las prioridades del Gobierno, junto a la reducción del déficit y el restablecimiento del sistema financiero.
La crisis de deuda reducirá los salarios
La posibilidad de bajar los sueldos a los funcionarios españoles sólo sorprende a aquellos que hayan sido convencidos por la propaganda del Gobierno del PSOE. La crisis de la deuda pública ya se ha materializado en recortes salariales de entre el 5% y el 20% para los funcionarios de Grecia, Irlanda, Letonia y estados de EEUU como California.
De hecho, las cuentas de España llevan meses en el punto de mira de Bruselas y LD ya avanzó el pasado diciembre que Salgado contemplaba aplicar esta medida en España. No es extraño, el Ejecutivo socialista gastó el doble de lo que ingresó por vía fiscal en 2009. En concreto, el gasto público ascendió a 205.714 millones frente a unos ingresos de 105.929 millones. El déficit del Estado fue de 99.785 millones, es decir, el 9,49% del PIB.
Esta reducción salarial no es exclusiva del sector público. A pesar de la rigidez de la negociación colectiva, según un estudio de Creade, la consultora de recolocación de Adecco, “ya son muchos los profesionales que han decidido dar un paso atrás” e, incluso, “rebajar” el sueldo solicitado hasta en un 30% respecto al que percibían antes del estallido de la crisis.