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Denuncian a El Corte Inglés por no rotular su logo en catalán

Un internauta catalán, harto de la imposición lingüística, ha querido llevar la legislación al absurdo denunciando a El Corte Inglés por rotular con su logo en castellano. En Cataluña debería llamarse El Tall Anglès. 

La Cataluña del tripartito deviene a veces en el reino del sinsentido. Un catalán, Pere Ciurana, autor de una popular bitácora en Internet, ha decidido denunciar ante la Agencia Catalana del Consumo a El Corte Inglés para que, en cumplimiento de la Ley, pase a rotular sus establecimientos en catalán. Es decir, que, al menos en Cataluña, deje de ser El Corte Inglés y pase a denominarse El Tall Anglès.

Ciurana, que no comulga precisamente con el dogma nacionalista, ha presentado ya la denuncia, y lo ha hecho en lengua española. Pide que "El Corte Inglés sea multado y cumpla la normativa vigente en Cataluña respecto a la rotulación, exigiendo que, como mínimo, usen el catalán".

El denunciante, que da su nombre y apellidos a diferencia de muchos nacionalistas que denuncian a los comercios desde el anonimato, pone en conocimiento de la agencia que cuatro centros comerciales de esta empresa –los ubicados en la plaza de Cataluña, la de Francesc Macià y las avenidas de Puerta del Ángel y Diagonal– no rotulan "como mínimo en catalán" sus letreros principales.

Los centros de El Corte Inglés de toda España suelen ser grandes edificios sin ventanas a la calle. La empresa coloca el logo, generalmente de grandes dimensiones, en el muro, lo que redunda en imagen de marca y otorga a los centros de El Corte Inglés ese perfil perfectamente reconocible en cualquier ciudad española. La única excepción se da en las temporadas de rebajas y en la navideña, durante las cuales estos centros acostumbran a estar tapizados por grandes lonas donde se anuncian las promociones.

Pere Ciurana, que se declara "consternado con la Ley de Política Lingüística", pretende con esta acción llevar al extremo la legislación. "Tamaña injusticia es que multen a la Mercería Manola o a Fincas Pepito, como que dejen impunes a Caja Madrid, El Corte Inglés y Burger King por no rotular como mínimo en catalán como excusan jueces catalanes y el mismo Montilla", asegura Ciurana desde su bitácora. La diferencia está en que la Ley excluye las marcas comerciales, que es a lo que se han acogido estas empresas hasta ahora.

Según el impulsor de la denuncia "si hay una ley, tiene que aplicar a ricos y humildes, sino se trata de un expolio clasista en toda regla". El modo que ha encontrado Ciurana para poner de manifiesto los excesos que se están cometiendo en nombre de esta ley es reducirla al absurdo. Si la ley se aplica mediante denuncias, muchas veces anónimas, contra pequeñas empresas y comercios, nada impide que siga aplicándose contra grandes corporaciones que, como en el caso de El Corte Inglés, rotulan con "un cartel muy grande únicamente en castellano" que, para colmo, tiene sus centros comerciales en "zonas prime de Barcelona, con gran afluencia pública, por lo que el daño cultural es mayor".

Ciurana, ya metido en el papel de inquisidor que tan bien ha representado Santiago Espot, líder de Catalunya Acció, que presume de haber denunciado a 3.000 empresas y comercios, exige una multa de un millón de euros para El Corte Inglés por incumplir la legislación lingüística. Pide también que cualquier actividad patrocinada por esta empresa, como, por ejemplo, la Cursa d'El Corte Inglés –un maratón popular que se celebra en Barcelona desde 1979– pase a llamarse Cursa d'El Tall Anglès.

"Esto es un alegato a favor de las pymes dirigidas por castellanoparlantes que ven como les llegan a imponer multas que, en ocasiones, alcanzan el 10% de su facturación por usar una lengua cooficial, y tienen que pedir préstamos a La Caixa para asumirlos", remata Ciurana, que parece dispuesto a llevar este asunto hasta Estrasburgo donde cree que "buen palo nos darán... por poner leyes en Cataluña que atentan contra los Derechos Humanos".

Por si alguien quiere apuntarse a esta curiosa iniciativa, Ciurana da la dirección electrónica del formulario de denuncia que la Agencia Catalana del Consumo pone a disposición de los internautas. El autor promete ir informando de la respuesta de la Generalidad, si es que termina respondiendo y haciendo algo al respecto, cosa que Ciurana duda. Lo que sí que cabe esperar es que, a partir de ahora, proliferen las denuncias de este tipo y tengamos que ver como unos piden que Burger King pase a llamarse Hamburgueseria Rei y otros que Apple Computers tenga que, en cumplimiento de la Ley, cambiar su nombre por el de Ordinadors Poma

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