Que el sistema de pensiones español es insostenible lo saben todos los organismos nacionales e internacionales, con la excepción, claro está, del Gobierno. Bruselas ha recordado recientemente que el modelo nacional está “en la tercera división” de la UE y el Banco de España ha denunciado que el excesivo gasto público, junto con el progresivo envejecimiento de la población, pone en riesgo el sistema.
El ministro de Trabajo lo sabe, y por eso sólo “garantiza” las pensiones a los que ahora tienen más de 50 años y, además, lo hace basándose en un informe plagado de errores que, sirva como ejemplo, asegura que este año la economía española crecerá y creará empleo. Nada más lejos de la realidad.
Tal como denuncia el PP, el departamento que dirige Celestino Corbacho está ocultando la mala salud del sistema de pensiones para no sentar las bases de la reforma en la Comisión Parlamentaria del Pacto de Toledo (creada en 1995 para modificar el sistema).
Además, el Ejecutivo bordea la Ley al no dotar los 8.000 millones de euros de superávit de la Seguridad Social del pasado año al Fondo de Reserva, denominado coloquialmente como la “hucha de las pensiones”.
En este contexto, la presidenta de la Asociación Empresarial del Seguro (Unespa), Pilar González de Frutos, ha realizado un curioso análisis. A su juicio, sólo quedan dos legislaturas y lo que queda de ésta para acometer la necesaria reforma del sistema de pensiones con el fin de garantizar su sostenibilidad futura sin que la iniciativa suponga la salida del Gobierno que la promueva.
"Cuando los potenciales votantes menores de cincuenta años equivalgan en número a los mayores de cincuenta se alcanzará el punto en el que no se podrá reformar el sistema sin que suponga un ticket de salida del Gobierno", defiende De Frutos, haciendo así alusión al coste político que puede acarrear una demora de dicha reforma, informa Europa Press.
La presidenta de Unespa destaca así que queda "poquísimo tiempo" para acometer la reforma sin coste político, 'tren' que ya ha pasado en el caso de países como Alemania o Italia y que España debe coger a la luz del envejecimiento de su población y del estrecho margen a favor de las cotizaciones de los afiliados con respecto a las cargas.
Además, la presidenta de la patronal de las aseguradoras asegura que las dotaciones al Fondo de Reserva de la Seguridad Social descenderán en 2010 a unos 2.000 millones de euros, nivel que supone desandar el camino de los últimos diez años, y que pone de manifiesto las dificultades existentes en el pago de las pensiones.
Retrasar la edad de jubilación más allá de los 65 años, ampliar los años de cómputo de las contribuciones, integrar al sector privado en el sistema general, establecer el copago de servicios sociales y ampliar las vías de financiación de las pensiones a través de los impuestos son algunas de las propuestas que expuso De Frutos.
Lo único inaceptable: “no hacer nada”
Con sólo ocho alternativas de las que maneja Unespa existen 255 posibilidades de reformar el sistema de pensiones, recalcó la presidenta de la patronal, para quien la única opción inaceptable es "no hacer nada" y que reclamó un debate alejado de la demagogia, porque el problema del bienestar del sistema de pensiones no afecta a los beneficiarios actuales.
En este sentido, De Frutos rechazó tajantemente que el sistema público de pensiones "esté quebrado o vaya a quebrar" o que la única solución sea la privatización, tesis que se presentan habitualmente en los debates televisivos, al tiempo que valoró que el actual sistema es solidario, generoso y bastante homogéneo.
"Si se radicaliza el debate, la conclusión es que no se hará nada", avisó De Frutos, partidaria de abordar el debate de la reforma "sin talibanismos liberales ni estalinistas".
A su parecer, "no hay que matar" los debates y despistar a la opinión pública con demagogia, sino abordarlos en los despachos de alto perfil técnico y trasladarlos a los particulares para que decidan en último término qué quieren hacer.
"Las pensiones no están en peligro", pero hace falta más ahorro y más años de trabajo, ambas cosas al mismo tiempo, subrayó. "Aunque no haya que correr, tampoco se pueden dejar las cosas para mucho más adelante", sostuvo.
"Mileuristas", a ahorrar
Precisamente, este jueves el presidente de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco), Mariano Rabadán, ha recomendado a los jóvenes trabajadores mileuristas que comiencen a ahorrar desde que reciben el primer sueldo para afrontar su jubilación futura.
"El primer día en que se recibe el primer sueldo debería realizarse el primer ingreso para un plan de pensiones", sostuvo Rabadán al ser preguntado sobre qué edad es la más adecuada para que un trabajador comience a aportar ahorro a un plan de pensiones privado.
El presidente de Inverco sostuvo que en 2050 prevalecerá la población en situación "pasiva" ya que para entonces se habrán duplicado los 15 millones de jubilados que hay en España en la actualidad, lo que pone de manifiesto la necesidad de duplicar el gasto en pensiones.
Por esta razón, Rabadán abogó por la adopción de medidas fiscales y de otros ámbitos que puedan contribuir a un cambiar la mentalidad del trabajador español hacia un ahorro a más largo plazo ante el progresivo envejecimiento de la población y las cada vez mayores necesidades de gasto para las pensiones.
Con independencia del ciclo que atraviese la economía española "hay un serio problema demográfico que hay que resolver", sostuvo el presidente de la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones (Inverco).
Según los datos que maneja Inverco, los hogares en España dedican el 75% de su ahorro a la compra de la vivienda , por lo que sólo queda un 25% de ahorro disponible para otros productos financieros, del que la mayor parte recae en depósitos.