LD (Mercedes R. Martín /L. Ramírez) "Están ustedes creando alarmismo e incertidumbre" y "dan por amortizados cuatro millones de parados cuando todavía no hemos llegado. Tienen ustedes una especie de inquietud y prisa" por la "validación del principio de cuanto peor mejor".
Con estas palabras se dirigió el pasado miércoles ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, al diputado popular y portavoz en la Comisión del Pacto de Toledo, Tomás Burgos.
La gravedad de estas declaraciones ha quedado patente tras la publicación este viernes de la Encuesta de Población Activa (EPA), que revela una tasa de paro superior al 17,3% y un volumen de parados de 4.010.700 personas. Y es que Corbacho ya conocía estas cifras, del mismo modo que LD, que las adelantó el pasado viernes. La oposición también las conocía.
A Corbacho le traicionó el subconsciente cuando descartó que España fuera a alcanzar los 5 millones de desempleados (dados por descontados los 4 millones). Acusó a Burgos de utilizar una cifra que el propio ministro conocía. De hecho, LD ha desgranado en los últimos meses las herramientas que usa Trabajo para maquillar la cifra de paro registrado en el INEM, ocultando hasta marzo cerca de medio millón de desempleados, como ahora demuestra la EPA.
No es la primera vez. Pese al criterio de analistas , de la oposición e incluso de sindicatos, Celestino Corbacho defendió en infinidad de ocasiones que el paro no alcanzaría los cuatro millones en España. La cifra se ha superado apenas cuatro meses después del comienzo de 2009. Y la tendencia continúa al alza.Los datos de la EPA evidencian hasta qué punto el Gobierno, por boca de Corbacho, sigue empeñado en negar la realidad. Los sucesivos malos datos del paro llevaron al ministro a, en las últimas semanas , matizar algo sus optimistas pronósticos, ahora demostrados como falsos.
En enero se comenzó a hablar de cuatro millones de parados ante un aumento del desempleo cada vez más espectacular y el Gobierno comenzó con sus negativas. Ese mes, Corbacho afirmó que no llegaríamos a los cuatro millones "de ninguna de las maneras" e incluso vaticinó que nos quedaríamos "muy por debajo". En los siguientes días, el ministro continuó insistiendo. En cada ocasión que se le preguntaba, Corbacho negaba de forma sistemática que fuera a alcanzarse esa cifra.
Los datos del paro de febrero provocaron las primeras contradicciones en el seno del Gobierno. Frente a la insistencia del titular de Trabajo, la secretaria general de Empleo no descartó que se alcanzara ese número de parados.
La presencia de Maravillas Rojo se hizo habitual en las comparecencias gubernamentales para comentar los datos del INEM. La contundencia de las cifras, mientras, hizo que el ministro fuera rebajando el tono de sus previsiones. A principios de abril, Corbacho se limitó a decir que "confiaba" en que no se alcanzaran los cuatro millones de desempleados.
Los pronósticos del ministro de Trabajo se unían a las optimistas previsiones de Zapatero, que auguraba creación de empleo entre marzo y abril gracias a su Plan E, y a las de Solbes, el ya ex vicepresidente económico.
Quien negara la crisis antes y durante la campaña electoral, y tardara meses en reconocerla, se sumó a los desmentidos de Corbacho también en enero, cuando el Gobierno acometió una revisión de sus fallidas previsiones. Solbes llegó a decir que no se verán en España ni cuatro ni cinco millones de parados.
El sindicato USO ya pidió su cese inmediato cuando los datos sobre el paro le desmintieran. La cifra ha llegado antes de lo que vaticinaban muchas de las previsiones. El ministro que ya habla de cinco millones tendrá ahora que tratar de dar alguna explicación.