LD (L. Ramírez / M. Llamas) La caja está vacía, según confirman fuentes del Ministerio de Hacienda a Libertad Digital, en línea con las últimas decisiones del Gobierno, como la aprobación de un crédito extraordinario de 20.000 millones de euros para pagar las prestaciones por desempleo, la comida de los presos en las cárceles, las facturas del agua, gas y luz de la policía y la guardia civil, entre otros gastos corrientes.
Como consecuencia del desplome en la recaudación de impuestos, el Tesoro Público está inundando de papel el mercado de deuda para obtener recursos económicos. Se ha producido incluso la curiosa circunstancia de realizar emisiones extraordinarias (no estaban en la agenda) para lograr inyecciones puntuales de hasta 7.000 millones de euros.
A medida que va avanzando el año, las emisiones masivas de deuda soberana de casi todos los países ha creado una feroz competencia. Los estados con las finanzas más saneadas y menos necesidad de fondos abonan menos intereses, ya que la posibilidad de impagos es menor que en el caso de países que, como España, incrementen su deuda y déficit de forma sustancial.
El Tesoro conoce estos riesgos, por ello, se está dando prisa en apurar el calendario de emisiones. Fuentes del Fisco admiten que “es muy probable que en los próximos meses se encarezca la financiación, por tanto, es el momento de coger buenos precios y por ello se adelanta el calendario”.
El incremento del gasto público anticipa una nueva rebaja de la calidad de la deuda soberana que -junto con las emisiones de las comunidades autónomas- se acercará al 60% del PIB en un año. Los costes por intereses se van a triplicar en 2009. El déficit no sale gratis.
La avalancha de papel del Estado es de tal magnitud que en los primeros meses de 2009 ha salido al mercado a financiarse por una cantidad mayor a la que utilizaba anteriormente para todo el año. En total, el Tesoro ha emitido casi 100.000 millones de euros en los últimos doce meses, y se prevén otros tantos para 2009.
Fuente: Banco de España
La Agencia Tributaria aplaza pagos
Fuentes de la Administración Tributaria explicaron a LD que multitud de proyectos de gasto se están aplazando (o directamente eliminando) ante la falta de fondos. Las arcas de Hacienda están vacías no sólo debido a los errores del Gobierno en los Presupuestos Generales del Estado, sino que también está creciendo la deuda pendiente de cobro.
Más de 30.000 millones de euros le debían los contribuyentes a la AEAT (Agencia Tributaria) al cierre de 2008, según consta en una respuesta parlamentaria del Ministerio de Economía y Hacienda.
Cuanto más se hunden los ingresos del sector privado más caen los del público, ya que “la estructura fiscal española genera enormes aumentos de recaudación en etapas de bonanza, pero cuando el PIB cae los ingresos se derrumban”, según explica el economista y profesor Juan Velarde.
El último informe mensual de recaudación fiscal muestra que los ingresos tributarios totales acumulan hasta abril un descenso del 16% interanual (hasta los 58.409 millones de euros), con una leve mejoría respecto al ritmo de desplome del 16,5% del mes anterior. La evolución de los ingresos tributarios homogéneos (una vez eliminadas determinadas perturbaciones estadísticas) refleja una caída de las principales partidas impositivas, tal y como recoge el siguiente cuadro de Hacienda:
El IRPF desciende dos puntos más hasta el 11,7% hasta abril. Los ingresos por el Impuesto de Sociedades aumentan un 59,3% hasta abril. Sin embargo, una vez corregidos ciertos impactos normativos y ajustando las devoluciones a la campaña tipo, la recaudación por dicho tributo cae un 28% ajustado.
Por su parte, el IVA acumula un descenso del 33,7% hasta abril en comparación con el mismo período del pasado año, aunque dicha caída está determinada por los nuevos mecanismos que facilitan y agilizan las devoluciones de IVA a las empresas, según Hacienda. Los impuestos especiales disminuyen un 3,9%. Es decir, la recaudación baja al tiempo que el gasto público del Gobierno crece a un ritmo próximo al 15%.
El secretario general de Gestha, José María Mollinedo , no quiere calificar de dramática la situación, pero admite que “es preocupante” . La espiral de gasto del Gobierno presiona sobre el coste de la deuda pública y eleva los intereses.
En 2008 el importe desembolsado para pagar estos intereses fue de 17.000 millones de euros. A su juicio, la mejor manera de elevar la recaudación sería reducir la bolsa de fraude fiscal, que en España se sitúa en los 240.000 millones de euros, según sus cálculos. Sólo el 3% de los declarantes de IRPF admiten ganar más de 60.000 euros al año.
Mollinedo descarta que el Gobierno esté pensando en retrasar las devoluciones de la campaña de la renta, y recordó que hasta el pasado 16 de junio Hacienda ha devuelto 6.011 millones de euros a 8,2 millones de contribuyentes.
No obstante, el Fisco ha decidido que muchas devoluciones no se realicen hasta diciembre, ya que la ley permite a Hacienda no pagar lo que debe hasta el último día del año.
Deuda autonómica
Y las comunidades autónomas también participan en este proceso. La deuda de las comunidades autónomas aumentó un 20,6% en el primer trimestre del año, hasta registrar 73.385 millones de euros (el 6,7% del PIB), la cifra más alta de toda la serie histórica, según datos del Banco de España.
Aunque las cifras serán mayores. La fiebre de la deuda se extiende a los ejecutivos regionales y multiplicarán casi por siete su déficit público en 2009, generando un agujero en la caja cercano a los 11.500 millones de euros. Se espera una oleada de emisiones para financiarlo en próximos meses. A ello, se suma la delicada situación que atraviesan muchos municipios en España.
La Administración del Estado, en situación dramática
La situación de la Administración Central del Estado es dramática, según explicó en la Tertulia Económica de LDTV el economista Alberto Recarte. A ello responde la decisión del Gobierno de subir los impuestos sin hacer una reforma fiscal coordinada.
“Que desesperación tiene que tener el Gobierno para subir la gasolina y el tabaco, que les va a ingresar al cabo de un año 1.000 o 2.000 millones de euros, cuando necesitan alrededor de 100.000 (el déficit del PIB de este año). ¿Y por qué lo hacen sin coordinarlo con otras reformas fiscales que, por otra parte, le generarían mayores ingresos o compensan unas subidas de impuestos con otras? Pues lo hacen porque están desesperados”, explica Recarte.
“Estamos en una situación dramática. Igual que el año pasado quien estaba en una situación dramática era la banca, el problema de liquidez ahora mismo se centra en la Administración General del Estado (...) La Hacienda Pública tiene un grave problema de liquidez”, añade el economista.