(Libertad Digital) ¡En qué manos estamos!, habrá exclamado cualquier analista tras escuchar a Celestino Corbacho este mismo martes. El ministro de Trabajo, mientras trata de descifrar si en España habrá más o menos de 4 millones de parados en 2009, ha llegado a la conclusión de que el problema de la sangría de nuestro mercado laboral es la "excesiva flexibilidad" del empleo. Razón por la que rechaza abaratar el despido.
Asimismo, el ministro muestra su desacuerdo con los llamamientos a la congelación salarial de los empresarios en el actual contexto de bajada de la inflación. En este sentido, aseguró que para un salario de 1.100 euros un incremento salarial limitado a una inflación del 1% "no parece el camino a seguir".
Asimismo, el ministro muestra su desacuerdo con los llamamientos a la congelación salarial de los empresarios en el actual contexto de bajada de la inflación. En este sentido, aseguró que para un salario de 1.100 euros un incremento salarial limitado a una inflación del 1% "no parece el camino a seguir".
Esta es la respuesta que ha dado Corbacho a la propuesta de la Conferencia Empresarial de Madrid (CEIM) que le ha pedido que abarate los despidos porque perjudica a los "que están padeciendo la crisis", es decir a los 3,3 millones de parados que ya suma nuestra economía..
La patronal madrileña ha propuesto este martes un "contrato de crisis" bonificado, con una indemnización por despido de 20 días por año trabajado frente a los 45 actuales, y una serie de bonificaciones fiscales para poder afrontar la sangría laboral.
Según explica CEIM, aunque en principio sería una medida coyuntural por la situación "excepcional de crisis galopante" que atraviesa España, si empresarios y trabajadores "estamos contentos" con sus resultados dadas las "ventajas" que aportará a las dos partes, podría llegar a ser una medida "definitiva".
Se trata de una de las "fórmulas originales", según las ha definido el vicepresidente, incluidas en el documento que ha aprobado la Junta Directiva de CEIM para su remisión a la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, y al presidente de CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, para su traslado al Gobierno y a los sindicatos UGT y CCOO.
Los expertos reclaman flexibilidad laboral
Este martes, LD publica un informe en el se pone en evidencia que la rigidez laboral de nuestro país supera a la de otros tercermundistas como Zimbabue o Ghana. Precisamente, la rigidez de nuestro mercado laboral es uno de los problemas a los que apuntan multitud de analistas como uno de los escollos que tiene que salvar España para poder recuperar la senda del crecimiento.
Recientemente, los economistas Carlos Rodríguez Braun y Juan Velarde incidieron en la necesidad de abrir o flexibilizar el mercado laboral, para favorecer la contratación y la generación de actividad y empleo como una de las principales claves para salir de la crisis económica.
Por otro lado, organismos nacionales como el Banco de España, e internacionales como el FMI o Bruselas, han recomendado a España reformas en el mercado laboral que se traduzcan en un incremento de la flexibilidad del mismo.
Corbacho cree que aún habría que endurecerlo más
No obstante, esta rigidez no es suficiente para Corbacho que estima que el problema de nuestro mercado laboral es la "excesiva flexibilidad". Así lo ha asegurado tras intervenir en un acto en el Instituto Cervantes. Según sus propias palabras, el problema del que "adolece" el mercado laboral español es la "excesiva flexibilidad" y, por tanto, ha rechazado la propuesta de CEIM.
Corbacho continuaba su peculiar argumentación señalando que el 88% de los contratos que se realizan son temporales, de los que un 30% son personas contratadas "por horas, días o meses" y ha recalcado que "la pérdida de un millón de trabajadores en menos de un año" pone de manifiesto la flexibilidad del mercado y no "su rigidez".
Es decir, que para Corbacho que se hayan destruido un millón de empleos en el último año y que en España ya haya 3,3 millones de parados se debe a que el mercado laboral es "flexible". No parece tener en cuenta Corbacho, el estallido de la burbuja inmobiliaria, la quiebra de empresas o el frenazo terrible de actividad que ha sufrido nuestro país.
La fórmula de Corbacho parece cuadrar el círculo al decir que "si tenemos que hacer una reflexión para salir de la crisis, veamos su origen, el sistema financiero, y empecemos a reformar ese sistema antes que abaratar el despido".
Bancos
Precisamente, sobre el papel de las entidades financieras en la crisis, Corbacho se remitió a las palabras del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y pidió "confianza" en que los bancos y cajas "hagan un esfuerzo" para la concesión del crédito. "Quiero tener confianza y seguridad en que los bancos van a empezar a esa liquidez fluya a familias y empresas, porque de verdad que es necesario", concluyó.