El pasado jueves día 2 de julio, el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero comunicaba la decisión de cerrar la central nuclear Santa María de Garoña situada en el burgalés valle de Tobalín. Semanas antes, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), órgano encargado de supervisar y garantizar la seguridad de las instalaciones nucleares en España, emitió un dictamen en el que recomendaba al Gobierno prolongar la actividad del reactor de Garoña hasta 2019.
Entonces, el Ejecutivo pidió un nuevo informe al CSN con sus recomendaciones para posibles escenarios de prórroga de actividad por dos, cuatro y seis años. En este nuevo informe, el CSN insistía en que Garoña podría seguir funcionando sin ningún problema durante otros diez años.
Con todo, el Ejecutivo decidió el cierre de la central y así lo comunicó el jueves día 2 el ministro de Industria, Miguel Sebastián, quien anunciaba que se cerraría definitivamente en 2013 por razones políticas. También anunciaba la puesta en marcha de un plan de reactivación del empleo en la zona llamado Plan Garoña y del que, de momento, no se conoce inversión, proyectos, etc.
Una situación similar a la que vivió la central José Cabrera en Almonacid de Zorita, que fue desmantelada en 2006 después de que se decidiese su cierre en 2002, tras un informe del CSN recomendando su desmantelamiento.
El alcalde de Almonacid de Zorita, Gabriel Ángel Ruiz del Olmo, recuerda aquellos años. Precisamente, Gabriel llama la atención sobre el Plan Garoña y recuerda que en su día se proyectó un Pacto de Zorita para reactivar el empleo en la zona, la actividad económica y evitar que los empleados de la central acabaran en el paro. ¿Quién se acuerda ahora del Pacto de Zorita?
Pregunta: La central de José Cabrera se cerró en 2006. ¿Se produjo en las mismas circunstancias que han motivado ahora el cierre de Garoña?
Respuesta: No. Hay varias diferencias: en primer lugar, fue la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha con su presidente Bono, quien subvencionó a ecologistas, campañas de sensibilización ciudadana sobre el estado de la Central Nuclear, por valor de 120.000 euros, diciendo que era una cafetera vieja. El 30 de abril del 2006, fecha de su cierre la Central batía récords de: producción anual, tiempo sin disparos, tiempo acoplada a la red, disminución de recargas y dosis colectivas…
Por motivos de seguridad no fue, pues en dicho caso, se tenía que haber cerrado de forma inmediata y no de forma programada. Además a todos los que pedían el cierre se les llenó la boca de buscar alternativas de desarrollo, sobre todo a la Junta y tras constituir un Pacto de Zorita, éste ha sido un fracaso y no ha creado ninguna alternativa de futuro, tras el cierre. La gente veía bien que se cerrara si hubiera sido por motivos de seguridad, como nos quiso hacer ver el expresidente. No es el caso de Garoña que ha sido informada favorablemente sobre su continuidad durante 10 años y su Comunidad autónoma apoya que siga funcionando.
En segundo lugar, la orden de cierre fue tecnico-politica en José Cabrera, en el caso de Garoña hay un informe técnico favorable del Consejo de Seguridad por 10 años, separado de la decisión política. En tercer lugar con el cierre de José Cabrera había consenso político y sindical, distinto a Garoña donde no hay consenso político y no todos están de acuerdo con su cierre.
P: Entonces, el Gobierno se comprometió a impulsar un plan de reactivación económica y del empleo en la zona de Almonacid de Zorita. ¿Qué ha quedado de todo esto?
R: Para evitar el impacto socioeconómico, tras el cierre decidimos los Ayuntamientos realizar una Comisión de Desarrollo donde estuvieran representadas todas las administraciones con el fin de paliar la demanda de empleo y merma de la actividad, tras el cierre. Finalmente, abanderó la firma de un Pacto de Zorita, la Junta de Comunidades, que transcurridos 3 años es un fracasado y decepcionante Pacto.
El Gobierno Central, que fue quien ordenó cerrar la instalación, aquel que cuando gobernaba Aznar le exigía la Junta que corriera con los gastos del desarrollo, ahora con otro partido no ha aportado nada, ni se le exige tampoco y la Diputación de Guadalajara tampoco ha aportado nada de la participación acordada. La Junta de Comunidades, que promovió el cierre, no cumple con lo pactado ni con los Ayuntamientos ni con la iniciativa privada.
La Agencia de desarrollo no ha llevado a cabo: la creación de la web, folletos, formación de emprendedores... Por lo cual, ha sido un engaño, hasta el día de hoy, dicho Pacto.
También se nos prometió, por parte de la Junta de Comunidades, una Autovía de la Alcarria para el año 2008. Tampoco se ha cumplido y, además, de las tres alternativas posibles del trazado se ha elegido la más cara (24 millones de euros), con mayor impacto y el más alejado de nuestro municipio.
No ha mejorado la situación en estos últimos meses, sino que más bien ha empeorado. Nos enteramos por la prensa de inversiones y cantidades que aporta al Pacto la Junta de Comunidades, pero no es verdad y además no se nos da la informa solicitada.
El malestar no es sólo de los Alcaldes del PP, como quieren transmitir algunos políticos, sino que es general. Prueba de ello es que este ejercicio prácticamente la mayoría no ha presentado proyectos, por la desilusion que ha generado el reparto y el cambio de las reglas de juego, hecho que se comunicó por acuerdo de la Mancomunidad Tajo-Guadiela, donde hay representación política de los 2 partidos y además con un presidente elegido no por los Alcaldes del PP.
Considero que la Junta de Comunidades ha cambiado las reglas del juego para beneficiar a determinados municipios, con proyectos alguno de ellos plagiados.
Pondré un ejemplo: en el documento técnico del Pacto hay varias iniciativas, entre ellas, un vivero de empresas. Almonacid de Zorita tiene un polígono industrial legalizado. Hemos solicitado un vivero para los futuros emprendedores, apoyado por la Agencia de Desarrollo y por Enresa, que esgrime que vendría bien para el desmantelamiento y sólo ha sido apoyado por Enresa. Ni siquiera por los empresarios, ni la Junta, ni los sindicatos, miembros de la Mesa seguimiento, con lo cual ha sido desestimado. Cómo vas a presentar más proyectos, terminas por desilusionarte.
P: ¿Cómo afectó el cierre del reactor a Almonacid de Zorita? En términos de empleos perdidos y cese de actividad.
R: El municipio no ha cambiado a mejor, sino todo lo contrario, ha disminuido la actividad empresarial en sectores tales como restaurantes, comercios y hostales. Cuando funcionaba la central, cada año había una recarga que daba trabajo a más de 300 personas, entre ellas, muchas de la zona y las que no lo eran comían, dormían y compraban en la zona. Ha disminuido la creación de puestos de trabajo. Se ha notado la marcha de 60 trabajadores, ha disminuido el padrón y el número de niños del colegio.
En un principio pensábamos que el desmantelamiento podría acolchar dicha pérdida, pero según la información que nos han facilitado, la punta máxima de trabajo será de 250 personas.
La empresa eléctrica desea mantener la actividad en el emplazamiento y ha apostado por instalar una Central de Ciclo Combinado, que se encuentra en trámite de evaluación ambiental, en el Ministerio de Medio Ambiente. No es una alternativa 100% de la central, pero pensamos que será un revulsivo importante la llegada del gasoducto.
El censo, de momento, no ha disminuido excesivamente. Por supuesto que los hoteleros han notado el cambio, sufriendo una merma de al actividad. Por el momento no se ha cerrado ningún negocio con motivo del cierre, pues yo creo que están aguantando a ver qué pasa con el desmantelamiento.
P: ¿Qué futuro cree que le espera al Valle de Tobalina, tras el cierre de Garoña?
R: El futuro será muy incierto, pues el Gobierno no va a recolocar a los trabajadores y el proyecto de desarrollo para la zona, por la experiencia de la mía, ¿cómo va a promover el desarrollo serio, si no ha cumplido con lo que firmó en el Pacto de Zorita, desde el año 2006?
P: ¿En qué posición cree usted que queda el CSN después de que el Gobierno haya obviado sus informes sobre la prolongación de la vida útil de la central de Garoña?
R: En una posición lamentable. Haber empleado tanto tiempo y trabajo para tirarlo a la papelera. Debemos tener en cuenta que ha sido aprobado el informe de continuidad por todos los Consejeros, donde hay dos representantes del partido político que ha decretado el cierre. Es necesario una modificación de la Ley para que este capricho político no se repita. No podemos estar condicionados a decisiones de intereses políticos olvidándonos del interés general, que debería estar por encima.
"¿Cómo va el Gobierno a cumplir con Garoña si no lo ha hecho con Zorita?"
Con claridad y contundencia ha contestado Gabriel A. Ruiz del Olmo a Libertad Digital. El alcalde de Almonacid de Zorita destaca las diferencias del cierre de Garoña con el de Zorita y desconfía del plan de reactivación de empleo cacareado por el Gobierno.
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