El diario de Hong Kong citó fuentes confidenciales al afirmar que CNPC desea una compra de hasta tres cuartas partes del capital de YPF valorada en unos 17.000 millones de dólares (12.000 millones de euros), sin clarificar si ese es el valor de la oferta o el del total de la compañía.
Las mismas fuentes informaron que la China National Offshore Oil Company Limited (CNOOC), la tercera productora petrolera china en capacidad, estudia pujar por el 25 por ciento restante. Sin embargo, fuentes del sector consultadas por Efe detallaron que la oferta conjunta de las empresas chinas se limitará al 30 por ciento del capital de YPF, por un total superior a los 4.000 millones de dólares (casi 3.000 millones de euros).
CNPC se haría con el 75 por ciento del 30 de capital adquirido, por 2.250 millones de euros, y CNOOC del 25 por ciento restante. CNPC no confirmó a Efe la información y CNOOC señaló que "si existe alguna oferta de adquisición, se anunciará al público en el mercado de valores".
Según las fuentes de Efe, la oferta china no implicará la pérdida del control de YPF por parte de Repsol, que retendría más del 51 por ciento de la compañía, y le permitiría reducir sensiblemente el riesgo país e ingresos para nuevas exploraciones.
Repsol posee casi el 85 por ciento de YPF, después de que en febrero de 2008 el grupo argentino Petersen, controlado por la familia Eskenazi, adquiriera un 15,46 por ciento y lograra una opción para adquirir otro 10 por ciento de YPF, que no ha ejercido.
El interés chino en los activos latinoamericanos de la petrolera Repsol YPF no es nuevo y está en consonancia con el apetito energético del gigante asiático, segundo mayor consumidor del mundo e importador de la mitad de crudo que absorbe (más de 179 millones de toneladas), según la Asociación Petroquímica China.
Las estatales chinas protagonizan sonadas compras en el sector y ya lograron presencia en petroleras de medio mundo (Canadá, Kazajistán y recientemente Singapur) y acuerdos en Irán, Venezuela o Brasil mientras que intentan desde hace años la adquisición de activos en importantes petroleras europeas, entre ellas Repsol.
En 2009, la Corporación Petroquímica de China (Sinopec) negoció con el grupo constructor Sacyr-Vallehermoso para comprarle el 20 por ciento que controla en la hispano-argentina Repsol YPF, en la misma operación que intentó sin éxito la rusa Lukoil.
También en 2007, la firma española abandonó una venta a CNPC que incluía activos de YPF por unos 20.000 millones de dólares, en una operación que el conglomerado estatal chino intentó sellar hasta dos veces, una de forma individual y otra con dos fondos de cobertura.
La petrolera hispano-argentina espera obtener en 2009 un beneficio neto "como mínimo" de 1.165 millones de euros , un 57 por ciento menos que en 2008, según sus previsiones. El acuerdo, que según analistas de Hong Kong afrontará oposición política en Argentina, será una nueva muestra de la predilección china por los recursos naturales de otros países incluso en zonas de riesgo, como Irak, donde tiene menos competencia.
El Gobierno de la presidenta argentina, Cristina Fernández, se pronunció a favor de reducir el actual control de YPF por Repsol para asegurarse de que los inversores argentinos tuvieran al menos el 51 por ciento, según afirmó en junio el periódico El cronista .
Las empresas estatales chinas afrontaron en varias ocasiones oposición política en intentos de adquisiciones estratégicas y por ejemplo, CNOOC hubo de retirar en 2005 su oferta de 18.500 millones de dólares por Unocal Corp (EEUU) y el gigante Aluminum Corp de China la suya por más participación en la australiana Rio Tinto.