(Libertad Digital) Según informa Financial Times, el precio del oro aumentó hasta los 910 dólares por onza, máximo de tres semanas, después de que Hu Xiaolian, jefe de la discreta Administración Estatal de Divisas que controla 1,9 billones de dólares en divisas extranjeras del país, revelara que China tenía 1.054 toneladas de oro, lo que señala un notable aumento desde las 600 toneladas en 2003.
La noticia podría suscitar interés en el oro también entre otros bancos centrales: “Cuando el tenedor más importante de divisas extranjeras revela un incremento en sus posesiones de oro, otros países pueden decidir pensar con más cuidado acerca del escaso peso de sus posiciones en oro”, decía John Rease, estratega de metales preciosos de UBS.
El incremento de las reservas de oro de China ha venido principalmente de la producción doméstica y la refinería. No obstante, la noticia plantea la cuestión del futuro de la política que llevará a cabo Pekín acerca de las reservas extranjeras. En la última cumbre del G20 en Londres, China sugirió que se debería reducir la confianza global en el dólar estadounidense como la moneda de reserva internacional.
China ha estado reduciendo sus posiciones en el dólar, diversificando sus divisas extranjeras desde 2005, cuando rompió la vinculación completa de su moneda (renminbi) con el dólar y oficialmente la vinculó con una cesta de monedas. Aun así, todavía posee más de dos tercios de sus reservas en activos denominados en dólares norteamericanos, según la mayoría de las estimaciones.
Debido a que su superávit comercial y sus divisas extranjeras se dispararon en años recientes, Pekín continuó comprando enormes cantidades de bonos del Tesoro americano, mientras que aumentaba la proporción de las compras que asignaba a otras monedas y al oro.
La acumulación de oro por parte de China ha tenido lugar mientras los bancos centrales europeos han recortado gradualmente las ventas de oro, siguiendo un acuerdo de 1999 para evitar que el mercado se inundara, después de que los precios cayeran abruptamente, luego de que el Reino Unido decidiera vender parte de sus reservas.
“El anuncio de China evidencia un cambio de actitud de los bancos centrales hacia el oro”, dijo Philip Klapwijk, presidente de GFMS, una de las consultoras de metales preciosos más importantes del mundo.
Suki Cooper, analista del oro en Barclays Capital, dijo que el movimiento de China estaba “reforzando la relevancia del oro como un activo monetario”. Los bancos centrales europeos acordaron en limitar las ventas de oro hasta 500 toneladas anuales en 1999, bajo el Central Bank Gold Agreement (Acuerdo sobre el Oro del Banco Central), después de que una decisión del Reino Unido de vender parte de sus reservas de oro hicieran caer el precio abruptamente.
bajas en relación con el tamaño de su economía y la creciente importancia de su moneda”, dijo. El anuncio hizo aumentar los precios del oro a un máximo de tres semanas, por encima de los 910 dólares la onza, debido a que los inversores apostaron por que otros países podían seguir el ejemplo de China.Rusia también ha sido un comprador activo, siguiendo un modelo de compras a los mineros locales similar al de Pekín.China se convirtió el último año en el mayor productor de oro del mundo, quitándole el puesto a Sudáfrica. Desde que comenzó la crisis financiera, los inversores han convertido cantidades récord de dinero en oro, empujando los precios por encima de 1.000 dólares por onza. El oro, por el contrario, alcanzó un mínimo de 250 dólares por onza una década atrás, cuando los bancos centrales empezaron a vender el metal.
El anuncio de China, junto con numerosas noticias de los últimos meses, evidencian la necesidad de buscar activos que cumplan con la cualidad de reserva de valor que los agentes económicos exigimos al dinero, mejor que lo hace el actual dinero fiduciario, ya sean dólares o euros. Esta búsqueda está llevando a países, inversores y especialistas, a recomendar el oro como mejor refugio contra tiempos turbulentos, donde una hiperinflación, o incluso una dramática deflación, no parecen ser descabellados.
El sistema monetario mundial se sustenta sobre cimientos de barro. La necesidad de que las autoridades monetarias abran paso a un sistema monetario con fundamentos sólidos, basado en el oro, parece más urgente que nunca.