LD (Pedro de Tena) En la Caja de Castilla la Mancha, cuya fusión con Unicaja ya se perfila como salida al endeudamiento y a la mala gestión del PSOE castellano manchego, los consejeros del PP han dimitido porque no se ha dado la más mínima información a los impositores y otros representantes de la Caja sobre su fusión con la entidad andaluza.
¿Hay más información quizás en Andalucía, en Unicaja, en sus impositores y representantes, sobre el por qué Unicaja, la caja más saneada de las andaluzas, debe involucrarse en una fusión cuyo objetivo es salvar la cara del PSOE por el desastre ocasionado en la Caja de Castilla la Mancha? Según los datos disponibles, el agujero de esta Caja, es, al menos, de 740 millones de euros, un agujero tendría que ser asimilado por Unicaja.
La oscura relación de la Caja Castilla la Mancha con la operación Malaya nos ha permitido saber que 40 millones de euros de su agujero negro son consecuencia de sus tratos con el principal imputado en la Operación Malaya, Juan Antonio Roca, que es uno de los que no ha pagado a la Caja de Castilla la Mancha.
El administrador judicial de dos de las sociedades más importantes del empresario ha solicitado en el juzgado mercantil de Málaga el concurso de acreedores ante la incapacidad de hacer frente a una deuda de 80 millones de euros, según indica el auto dictado por el juez Miguel Ángel Torres. Así lo cuenta El Economista.
Las dos empresas que han caído al abismo son Masdevallia y One Properties, que promocionan y comercializan los proyectos Nueva Ribera Beach Club y Nueva Ribera Golf Club en Los Alcázares (Murcia). Las consecuencias de esta situación han hecho mella en Caja Castilla-La Mancha, pues la entidad de ahorros concedió a las dos compañías de Roca un préstamo de 40 millones de euros.
Caja de Castilla La Mancha es la mayor perjudicada de este proceso concursal, emprendido por el administrador judicial Juan Macías, de la firma Idea Asesores. La suspensión de pagos deja a la entidad de ahorros una deuda de casi 40 millones de euros que cobrarán -cosa que ya se verá -, una vez que se resuelva el caso. Esta cantidad resulta especialmente elevada para la caja al representar casi el doble del beneficio bruto que logró en el primer trimestre de este año (24,4 millones de euros).
Ya hemos contado como, además, según publicó El Mundo hace unos días, la situación de Caja Castilla La Mancha (CCM), es más que preocupante porque sólo tres promotores consumen casi el 40% de sus recursos propios. Se trata de Ignacio Barco, Domingo Díaz de Mera y Román Sanahuja, todos ellos próximos al PSOE.
La Caja ha concedido en los últimos años créditos a las sociedades patrimoniales de estos tres promotores (SOLVENTIA, INDOMA y SACRESA) por un valor total de unos 700 millones de euros, según las fuentes consultadas. Ese dinero está aún sin pagar.
Los recursos propios de la caja ascendieron en 2007, según los datos de la entidad, a 1.865 millones de euros, lo que significa que casi la mitad de sus fondos están comprometidos en operaciones relacionadas con estos tres empresarios. Consultado al respecto, un portavoz de CCM declinó hablar de clientes concretos ateniéndose al deber de confidencialidad.
Esto es, que cuanto menos, Unicaja deberá "comerse un marrón" de 740 millones de euros para sanear, si es posible, la Caja descuajaringada por la gestión socialista.
En octubre de 2008, estos agujeros estaban ya claros. La morosidad de Caja Castilla-La Mancha se multiplicó por siete en un solo año, 2008. Las empresas participadas, especialmente las inmobiliarias, englobadas en Caja Castilla-La Mancha Corporación (CCM Corporación) fueron las responsables de este desastre.
Entre sus actuaciones se incluyen desde el aeropuerto de Ciudad Real, necesitado de socios financieros a una semana de su inauguración, a proyectos inmobiliarios con conocidos imputados en operaciones contra la corrupción como Malaya, se contó en El Confidencial.
La Corporación está presidida por el socialista Juan Pedro Hernández Moltó, presidente de la Caja y su consejero delegado es Francisco Hernanz Manzano. Aglutinaba, a fecha de julio de 2008, un total de 30 empresas, de las que ocho son inmobiliarias. Una de ellas es Plainsa que, ahora con la crisis, supone un peso muerto para la Caja aunque antes le aportó suculentos beneficios que, ¿dónde han ido a parar?.
Como muchas otras Cajas, también algunas andaluzas, en vez de centrarse en sus obras sociales, se dedicaron a la compra de suelo gracias Plainsa se quedaba con una parte y se deshacía de otra con fuertes plusvalías. Los compradores eran los propios clientes de la entidad, que además recibían de la caja financiación por el cien por cien por unos suelos que en muchos casos ni siquiera estaban clasificados como urbanos. Esto funcionó cuando todo iba viento en popa, sigue diciendo El Confidencial.
Pues bien, ¿qué es lo que se sabe oficialmente de todo esto en Andalucía? ¿Por qué Unicaja, la mejor caja de una Andalucía atrasada respecto al resto de España, debe hacerse cargo del endeudamiento de una caja gestionada pésimamente por un dirigente socialista? Chaves y Medel tienen que explicar qué hay de "profesional" en esta lamentable operación y qué hay de salvación del prestigio de un partido político sin defensa posible.