La Generalidad catalana ha logrado su objetivo inicial, consistente en vender bonos a los particulares por un total de 2.500 millones de euros, con una rentabilidad del 4,75% a 12 meses. A su vez, las entidades colocadoras recibirán una comisión del 3%, con lo que el coste total de dicha deuda pública regional ascenderá a un total del 7,75% para los contribuyentes.
Ante el éxito de la emisión, la Generalidad que preside José Montilla ampliará la oferta en otros 500 millones adicionales, con lo que la emisión ascenderá a un total de 3.000 millones de euros -el máximo previsto-, según han confirmado fuentes financieras a Libertad Digital. En este caso, las entidades colocadoras recibirían una comisión de entre el 0,75% y el 1% por esta nueva emisión de 500 millones extra. Este nuevo tramo mantendría intactas las condiciones restantes establecidas en la emisión inicial.
Por su parte, fuentes oficiales de la Generalidad catalana señalan a LD que "todavía no se ha tomado una decisión al respecto. Cuando se tome se comunicará oficialmente", añaden.
De este modo, la Generalidad tratará de cubrir sus abultadas necesidades financieras hasta finales de año, ante el rechazo del mercado tradicional a comprar la deuda regional catalana. Los inversores mayoristas han cerrado el grifo de la financiación al Gobierno de Montilla, optando así por colocar bonos a los particulares a fin de cumplir sus compromisos financieros.
Y es que, la Generalidad precisaba captar unos 4.000 millones de euros hasta finales de año. La emisión de bonos patrióticos ascendería finalmente a 3.000 millones, según fuentes financieras (que dan por hecha la emisión extra), cubriendo por tanto el 75% de sus necesidades mediante esta vía. Pese a la rentabilidad de dichos bonos (4,75% a 12 meses), la deuda pública de Montilla no está exenta de riesgos.