La caja asturiana y la alicantina han superado sus discrepancias respecto a la valoración de activos de la CAM, que mantendrá su peso en el nuevo banco según lo pactado en el acuerdo inicial, informa Europa Press.
El SIP está participado por Cajastur y la CAM en un 40%, respectivamente, así como por Caja Extremadura (11%) y Caja Cantabria (9%), y se creó con el objetivo de permitir a estas entidades convertirse en un grupo eficiente y solvente en el sistema financiero español.
Banco Base ha presentado su plan de estrategia al Banco de España, en el que prevé cubrir con fondos públicos su necesidad de capital de 1.447 millones de euros para alcanzar el requisito de capital del 10%, umbral del que se aleja en 1,8 puntos porcentuales. Los planes iniciales de Banco Base pasaban por su salto al parqué, pero el consejo de administración no ha adoptado ningún acuerdo para iniciar los trámites del salida a Bolsa, y Cajastur se inclina en la actualidad por recurrir a las ayudas del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) para cubrir el hueco de capital.
Según la entidad que lidera Manuel Menéndez, los números de la CAM ensombrecían la salida a Bolsa del grupo, y tendría menor coste acudir a los fondos públicos, ya que el FROB hará una valoración más ajustada a la realidad que la de los mercados, según los sondeos realizados. En este sentido, los socios de Banco Base liderados por Cajastur apoyaban que fuera la CAM la que asumiera la mayor parte del peso del recurso a las ayudas del FROB, que implicaban la nacionalización parcial de la entidad y la entrada de consejeros de este organismo en el banco.
Por su parte, la caja alicantina atribuía las discrepancias a la intención de Cajastur de reducir el peso de la CAM en la fusión, según fuentes financieras, y oficialmente sostiene que no hay conflictos en el seno del SIP. Tanto el Banco de España como la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) han mediado para evitar que fracase la fusión de Banco Base.
El grupo se articula en torno a una entidad central, cuyo nombre provisional es Banco Base y cuya sede está en Madrid, al que las cajas participantes han delegado todas las facultades necesarias para la efectiva gestión y dirección unitaria del SIP y al que han decidido traspasar su negocio bancario.