La que iba a ser la tercera caja española y la quinta entidad financiera del país ha saltado este miércoles por los aires. La fusión entre CAM, Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria no se producirá si no cambian mucho las cosas. Las cuentas de la caja alicantina tienen mucho que ver. Al parecer, su situación es mucho peor de la que se preveía y las tres asambleas de sus socios han rechazado la integración. Banco Base puede quedar como un gran proyecto fallido.
La decisión fue aprobada esta tarde por las asambleas de Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, que no están de acuerdo con el peso que iba a tener el Estado en el nuevo banco debido a la petición de ayudas públicas por un total de 4.277 millones de euros.
¿Por qué?
Todo se ha precipitado este miércoles, pero las primeras noticias sobre las desavenencias vienen de finales de la semana pasada. El pasado lunes se acababa el plazo otorgado por el Banco de España a las entidades en problemas para presentar sus estrategias de recapitalización. En teoría, el Banco Base necesitaba 1.447 millones de euros para cumplir con el ratio de core capital exigido por el organismo supervisor.
Durante varios días se planteó la opción de acudir a inversores externos, pero finalmente se impuso la intención de Cajastur, que quería conseguir el capital a través del Frob, aunque eso supusiese la nacionalización parcial. Sin embargo, el problema se conoció en toda su magnitud el pasado lunes, cuando se supo que la petición final de capital sería mucho mayor de lo anunciado. Eran casi 4.300 millones: divididos entre los 1.493 pedidos el pasado junio, los 1.447 millones anunciados hace quince días y los 1.337 nuevos, anunciados el lunes.
Con esta cantidad, el Estado obtendría la mayoría en la nueva entidad, lo que no estaba en los planes de ninguno de los otros tres socios. Por eso, tanto Cajastur, como Caja Cantabria y Caja Extremadura comenzaron a recoger velas y se oyeron los primeros mensajes de ruptura del proyecto común. Ahora, lo más probable es que estas tres cajas intenten mantener la unión, mientras se busca una salida a la CAM.
¿Quién se quedará la CAM?
El problema es que no será fácil encontrar alguien que se quiera hacer con la caja alicantina (al menos, no si no se sanean sus balances). Según informaciones aparecidas en los últimos días, el Banco de España estaría sondeando a entidades españolas y extranjeras (entre ellas, BBVA, Santander o La Caixa), pero ninguna de las consultadas ha mostrado demasiado interés. Queda la opción de que el supervisor sanee con cargo a los contribuyentes las cuentas de la CAM, pero eso no sólo es cuestionable moralmente, sino que tampoco parece fácil con el actual estado de las cuentas públicas.
Nadie sabe muy bien cuál es el agujero de las cajas españolas, aunque se pueden hacer algunas averiguaciones con pequeños indicios. Por ejemplo, Banco Base era el grupo más expuesto al sector inmobiliario, con unos 15.000 millones de euros, respecto a unos activos totales de 90.000 millones. Y dentro de este grupo, la CAM se supone que era, con diferencia, la que más ladrillo tenía. En sus últimas cuentas, la caja alicantina se vanagloriaba de una mora del 5,2%, por debajo de la media del sector. Pero en este ratio no se incluyen los activos en manos de los bancos, entregados por clientes que no pueden pagar el préstamo (viviendas, suelo, promociones,...) y que ahora valen mucho menos de lo que reflejan los balances.
El Banco de España
Por su parte, el Banco de España pedirá a las cajas integrantes del Banco Base -Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura y la CAM- que le comuniquen "inmediatamente" las estrategias que piensan seguir en su futuro después de que las tres primeras den el proyecto por acabado.
En un comunicado, el supervisor requiere las estrategias que piensan seguir y recuerda que el Real Decreto-ley 2/2011 "obliga a las entidades de crédito a tener un mínimo de capital principal de un 8 % con carácter general". Este "ratio" se eleva al 10 % para aquellos grupos consolidables o entidades individuales no integradas en un grupo que no hayan colocado a terceros títulos representativos de su capital social o derechos de voto por al menos el 20 % y que, además, presenten un porcentaje de financiación mayorista superior al 20 %, agrega.
Las asambleas
La asamblea de Cajastur rechazó la segregación de sus activos y pasivos en favor de Banco Base por 277 votos en contra, ninguno a favor y una abstención. Con esta decisión la entidad financiera asturiana queda desvinculada "a todos los efectos" del contrato de integración suscrito en julio de 2010 y excluida del Sistema Institucional de Protección (SIP) que era objeto del mismo "al no haberse cumplido la condición necesaria para su efectiva puesta en marcha". La asamblea ha ratificado así la propuesta del consejo de administración, que se reunió previamente para proponer al máximo órgano de la entidad rechazar tanto la segregación de su negocio a favor de Banco Base como su ejercicio indirecto a través de dicha entidad.
Por su parte, la asamblea general extraordinaria de Caja Extremadura ha rechazado la segregación de su negocio financiero a favor del Banco Base con el resultado de 151 votos en contra de la integración en Banco Base, dos a favor y ninguna abstención, según ha informado la entidad en un comunicado.
Por último, los consejeros generales de Caja Cantabria se han opuesto a la integración por 90 votos en contra, cuatro abstenciones y ningún voto favorable.
CAM se revuelve
La asamblea de la entidad alicantina fue la única que aprobó este miércoles la integración de sus activos y pasivos en el Banco Base, con el objetivo de cumplir el "compromiso" firmado con las otras entidades y garantizarse un futuro. Según fuentes financieras consultadas por Efe, el Banco de España ha contactado con las principales entidades españolas -el Santander y La Caixa- para buscar una salida a la CAM, que podría ser intervenida si fuese necesario en última instancia.
De todas maneras, la caja alicantina analiza la posibilidad de acciones legales, ya que sus letrados defienden, en consonancia con otros abogados consultados por Efe, que "teóricamente" el proyecto podría seguir adelante aunque tres de las cuatro asambleas soberanas de estas cajas rechazaran el proyecto de "fusión fría".
Así, se abriría una batalla jurídica sobre los términos de la constitución de Banco Base, ya que la "cláusula de excepción/suspensión" (aprobada por los consejos de administración de Cajastur, CAM y las cajas de Extremadura y Cantabria y que contempla su posible disolución) no pasó por las asambleas de estas entidades.
La alianza de Banco Base arrancó oficialmente en mayo de 2010 y estaba destinada a generar una entidad con activos próximos a 130.000 millones de euros, de los que 70.000 millones correspondían a la CAM y el resto se repartían entre Cajastur, con un peso mayoritario (unos 39.000 millones), Caja Cantabria y Caja Extremadura.