La decisión final sobre el polémico bonus aprobado en su momento por la directiva de Caja Madrid en tiempos de Miguel Blesa parece que todavía tendrá que esperar. Este mismo lunes, el Consejo de Administración de la entidad aprobó por unanimidad finalizar, no renovar y no reconocer el derecho de cobro del plan de incentivos a largo plazo para la alta dirección durante el período 2007-2010. La decisión afectaba a diez directivos de la caja, entre ellos Miguel Blesa, que se embolsarían 25 millones de euros en total en función de este plan.
Sin embargo, este martes, la entidad ha enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) el Informe Anual de Gobierno Corporativo en el que se incluyen algunas matizaciones a lo anunciado. En la página 64, dentro del apartado de "Otras informaciones de interés", Caja Madrid apunta que "el Consejo de Administración de la Institución ha aprobado la cancelación del programa de compromisos a la Alta Dirección a partir del 31.12.2010. Asimismo, se ha acordado posponer la adopción de una decisión sobre la liquidación del mismo, a los beneficiarios, hasta que se produzca la transposición al ordenamiento jurídico nacional de la Directiva 2010/76/UE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 24 de noviembre de 2010, por la que se modifican las directivas 2006/48/CE y 2006/49/CE".
Esto quiere decir que antes de tomar una decisión, los actuales gestores de Caja Madrid esperarán a saber cómo legisla el Gobierno. La Directiva de la UE endurece los requisitos para que los directivos de las empresas cobren bonus y otros incentivos similares, especialmente cuando han recibido ayudas públicas. Sin embargo, para que sea vinculante es necesario que cada país transponga los términos de la directiva a su propia legislación nacional. Hasta ahora, España no lo ha hecho, por lo que no se sabe si autorizará o no al pago de este bonus.
Además, el equipo de Rodrigo Rato condiciona el pago a que "previamente se haya producido la amortización de las participaciones preferentes por importe de 4.465 millones de euros suscritas integramente por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria". Esto quiere decir que hasta que la entidad no devuelva lo que le ha prestado el FROB no pagará el polémico bonus.
Con el comunicado conocido este martes, parece que Caja Madrid se cura en salud. Si la nueva norma admite como legal el sistema de remuneración, posiblemente no tendrá otro remedio que pagar los bonus. De hecho, algunos directivos ya han anunciado su intención de acudir a los tribunales en el supuesto de que no se les abone lo que entienden que les corresponde. Si, por el contrario, la normativa española les permite denegar la remuneración, todo apunta a que el actual Consejo de agarrará a esta posibilidad. Según lo acordado el lunes, su intención sería esta, aunque en el texto enviado a la CNMV todas las posibilidades quedan abiertas.