(Libertad Digital) Bush compareció media hora después de que la Cámara de Representantes aprobara el mega-rescate financiero con modificaciones, después de que el Senado introdujera rebajas fiscales y garantías a los depósitos de los clientes bancarios al proyecto inicial rechazado el pasado lunes.
El proyecto, articulado mediante una Ley de Estabilización Financiera, otorga facultad al Gobierno para destinar 700.000 millones de dólares a la compra de activos de las empresas (fundamentalmente bancos de inversión y aseguradoras) que han perdido valor tras el estallido de la crisis de las hipotecas basura (subprime).
Bush explicó que la mayor parte del volumen de fondos que se incluyen en el plan (con una pérdida de ingresos fiscales de 150.000 millones de dólares, que se añaden a los 700.000 millones iniciales), serán recuperados “cuando los mercados vuelvan a la normalidad”.
El secretario del Tesoro, Henry Paulson, invertirá dinero en la compra de activos “tóxicos” para que el Estado los vuelva a poner en el mercado cuando acaben las turbulencias financieras, siempre que recuperen parte de su valor.
“Apoyo la libre empresa y la intervención cuando es necesaria, y esta ocasión lo era”, espetó Bush, en referencia a los congresistas que critican el plan por considerar que se trata de una política de corte socialista que amenaza la economía de mercado.
Además, el presidente de EEUU, pidió paciencia a los mercados, ya que los efectos del plan no se verán a corto plazo. “No se pueden hacer las cosas de un día para otro”, dijo Bush. Finalmente, sentenció que “vamos a devolver a la nación a la senda del crecimiento y nos encaminemos a la prosperidad a largo plazo”.
Paulson y Bernanke, satisfechos
Por su parte, el secretario del Tesoro, Henry Paulson, destacó que una vez que se promulgue la ley contará con una amplia gama de herramientas para "proteger y recapitalizar" los mercados.
"Hay una amplia variedad de herramientas que nos ofrece esta legislación y que, junto a las otras posibilidades con las que contamos serán muy importantes a la hora de proteger la estabilidad de los mercados financieros y la seguridad económica de los estadounidenses", dijo Paulson.
Asimismo, el presidente de la Reserva Federal de EEUU, Ben S. Bernanke, mostró su satisfacción por la decisión del Congreso y reiteró su disposición a seguir colaborando estrechamente con el Tesoro para mitigar las tensiones de los mercados de crédito.
"Aplaudo la decisión tomada por el Congreso, que demuestra el compromiso del Gobierno para hacer lo necesario para fortalecer nuestra economía. La nueva legislación es un paso adelante fundamental para estabilizar nuestros mercados financieros y garantizar el flujo ininterrumpido de crédito para los hogares y empresas", dijo Bernanke.