Rehn ha reclamado además a los Gobiernos más ambición y rapidez en la puesta en marcha de reformas estructurales que aumenten el potencial de crecimiento. "La capacidad real de préstamo de la actual facilidad europea de estabilidad financiera debe reforzarse y el alcance de su actividad ampliarse", afirma Rehn en una columna publicada en el periódico británico Financial Times.
"Necesitamos revisar todas las opciones sobre el tamaño y el ámbito de actuación de todos nuestros fondos de asistencia financiera, no sólo del actual, sino también del mecanismo europeo permanente de estabilidad", resalta el comisario de Asuntos Económicos.
Los países de la UE discuten desde el rescate de Irlanda en noviembre la ampliación del fondo de rescate, para garantizar que sea suficiente en el caso de que España necesite asistencia, y su flexibilización con el objetivo de que pueda utilizarse para comprar deuda soberana o para dar líneas de crédito preventivas a los Gobiernos más amenazados por los mercados, tal y como piden las autoridades españolas. Pero hasta ahora no han alcanzado un acuerdo sobre todo debido a la resistencia de Alemania.
Además de incrementar el fondo de rescate, el comisario de Asuntos Económicos reclama a los Gobiernos que prosigan las reformas estructurales para aumentar el potencial de crecimiento y el empleo y lamenta que hasta ahora "la ambición es insuficiente y falta urgencia en su aplicación".
No obstante, Rehn cree que los países más amenazados -Grecia, Irlanda, España y Portugal- sí están tomando las medidas necesarias para equilibrar sus presupuestos. "España está ahora poniendo en marcha una amplia agenda de reformas, con la reestructuración de sus cajas de ahorro, la adopción de nuevas medidas fiscales y la aceleración de la reforma laboral y la de las pensiones".
El comisario de Asuntos Económicos ve además prioritario completar la reparación del sistema financiero y recuerda que la UE llevará a cabo una nueva ronda de pruebas de estrés para los bancos en los próximos meses que serán más "rigurosas" que las que se aplicaron en julio, que no detectaron los problemas en Irlanda. También reclama la aprobación rápida del nuevo sistema de sanciones para los países con déficit excesivo.
"De cara al futuro, 2011 será sin duda un reto para Europa. Pero también podría ser el año en el que Europa supere la crisis de deuda soberana, aumente su potencial de crecimiento y reforme su gobernanza económica", concluye Rehn.