El PP, CiU y Coalición Canaria cargaron este martes contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por haber entrado de lleno en el cruce de descalificaciones que se ha producido tras la ruptura de la negociación sobre el diálogo social abroncando a la CEOE y responsabilizándola directamente del fracaso de las conversaciones.
El debate se produjo en la Diputación Permanente del Congreso a raíz de la iniciativa registrada por el grupo que comparten IU, ERC e ICV, y firmada también por el PNV, para que el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, comparezca de forma urgente para explicar por qué ha sido imposible un acuerdo sobre concertación social y su posición ante posibles rebajas de las cotizaciones sociales.
Finalmente, la petición de IU salió adelante por unanimidad y ahora será el presidente del Congreso, José Bono, quien convoque formalmente la sesión extraordinaria de la Comisión de Trabajo e Inmigración para acoger las explicaciones de Corbacho. Los grupos han acordado ya que esa comparecencia tenga lugar el 27 de agosto.
Durante el debate, la 'popular' Celia Villalobos tachó de "impresentable" la rueda de prensa ofrecida por Zapatero el pasado viernes tras el Consejo de Ministros, en la que dedicó duras críticas a la patronal. "Se cabreó y tuvo una comparecencia impresentable para un presidente del Gobierno", resumió Villalobos.
La diputada 'popular' lamentó que el jefe del Ejecutivo haya tenido que "cabrearse" para anunciar que legislará en materia laboral y, aunque mostró su apoyo a la ampliación de la protección por desempleo en determinados casos, acusó al presidente de creerse que la concertación social la ha inventado él y de haber perseguido, a su juicio, un "acuerdo muy pobre".
Tanto CiU como el PNV recalcaron el que debería dar explicaciones por la ruptura del diálogo social es el propio Zapatero ya que, según comentó el diputado nacionalista vasco Emilio Olabarría, él mismo se ha erigido en "glosador" del fracaso de las negociaciones. Además, Olabarría pidió a todos los interlocutores que hagan "un esfuerzo por reconducir" la situación y reclamó al Gobierno que no legisle "sin un acuerdo social".
El portavoz adjunto de los nacionalistas catalanes, Pere Macias, se declaró "atónito" por la, a su juicio, inmerecida "bronca" de Zapatero a los empresarios y reclamó al presidente que emita "mensajes equilibrados" en lugar de emprender "cruzadas" contra el tejido empresarial. Macias responsabilizó directamente al jefe del Ejecutivo de la ruptura de las negociaciones y le afeó su "tono demagógico".
También la portavoz de Coalición Canaria, Ana Oramas, lamentó el "espectáculo de descalificaciones" que ha seguido a la interrupción de las conversaciones y, sobre todo, que Zapatero haya participado en él, cuando ese no es el "el papel de un presidente del Gobierno". Oramas apeló a la "responsabilidad de todos" para retomar la negociación cuando sea posible porque para salir de la crisis es necesario un acuerdo en esta materia.
El diputado de IU, Gaspar Llamazares, recalcó que Corbacho debería haber comparecido 'motu propro' en la Cámara para explicar la ruptura del diálogo social que tantos "ríos de tinta" ha provocado, y volvió a defender la actuación, tanto del Gobierno como de los sindicatos ante la decisión de la patronal de "pasarse de la raya" con sus peticiones. "Es lógico que los sindicatos se hayan plantado y que el Gobierno no haya aceptado ese chantaje", resumió.
En una línea similar se pronunció el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, quien señaló que la ruptura no debe impedir al Ejecutivo impulsar medidas legislativas y dejó claro que su formación prefiere un "no acuerdo" a uno que implique rebajas "drásticas" en las cotizaciones sociales y avanzar hacia el despido libre.
La socialista Isabel López i Chamosa, que achacó las "lindezas" del PP a la "envidia", recordó que en la anterior legislatura hubo acuerdos con los agentes sociales y que la principal diferencia entre aquella y la presente es que durante el primer mandato del Gobierno Zapatero estaba al frente de la CEOE José María Cuevas. También respondió a la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, quien ayer llamó a Zapatero, "sindicalista retrógrado y piquetero". "La sociedad española le debe mucho a los sindicalistas trasnochados y nada a los especuladores que tanto le gustan a Aguirre", afirmó.