Fomento estudia la aplicación de nuevos peajes o tarifas a transportistas y conductores en autovías y redes viarias cuyo uso, hasta el momento, es gratuito. El debate está encima de la mesa. No obstante, el vicepresidente de Ferrovial, Joaquín Ayuso, ya advirtió el pasado mayo que el abultado déficit público impedirá que las inversiones en infraestructuras de transporte dependan de los presupuestos. "Tendremos que acostumbrarnos a pagar por el uso de las infraestructuras de manera más habitual", afirmó entonces.
Dicho y hecho. En la actualidad, Fomento estudia seriamente esta posibilidad. Así consta en un documento oficial. El Ministerio que dirige José Blanco está elaborando las directrices básicas que guiarán la revisión del Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT), y el nuevo documento plantea por primera vez la introducción de fórmulas de cobro por el uso de la red viaria, según informa La Voz de Galicia.
Fomento fija en sus líneas generales de actuación económica del nuevo plan "introducir de forma progresiva principios de tarificación basados en el uso de las infraestructuras". Un abanico muy amplio en el que, en principio, tendría cabida tanto la polémica euroviñeta para el transporte de mercancías por carretera como los peajes sobrevenidos decididos por Portugal.
Portugal comenzará a aplicar el próximo 15 de octubre el cobro de peajes en las autopistas que hasta ahora eran gratuitas para los usuarios, según acaba de aprobar el Ejecutivo luso. Esta medida se enmarca en el pacto de estabilidad y crecimiento puesto en marcha en el país para reducir el déficit público y superar la crisis. Se estima que el peaje aporte al Estado 160 millones de euros.
Según la resolución del Consejo de Ministros portugués, el próximo 15 de octubre comenzará a cobrar en las vías Norte Litoral, Oporto y Costa da Prata. En un segundo término, y con el fin de cumplir con el principio de universalidad en la recaudación por peaje, el cobro por uso se extenderá al resto de las principales autopistas que hasta ahora no suponían un coste directo al viajero (Interior Norte, Beira Litoral y Alta, Beira Interior y el Algarve), en las que se empezará a cobrar el 15 de abril.
Ante esta posibilidad, Blanco tan sólo se ha limitado a señalar que el Gobierno "no planteará la Euroviñeta en un futuro inmediato", pero que "permanecerá atento" a lo que se decide al respecto en la UE. Es decir, no lo descarta. En este sentido, un portavoz del Fomento precisó que el nuevo plan de infraestructuras, que estará vigente hasta 2020, no debe permanecer al margen de un debate que cobra fuerza en países como Bélgica, Alemania, Francia o Portugal.
Por el momento, el documento de trabajo preparado por Fomento ya incluye esta posibilidad al solicitar explícitamente la "internalización gradual de costes externos", esto es, repercutir sobre el usuario costes como el mantenimiento de infraestructuras, la contaminación, los atascos o el ruido, para incitar a que los ciudadanos cambien sus hábitos respecto a los sistemas de transporte que utilizan.
Además, el nuevo plan de Fomento apuesta por aprovechar al máximo las infraestructuras existentes, dando prioridad "a su mantenimiento y mejora frente a la creación de otras nuevas". Según el citado documento, "la gestión de la demanda o la reducción de los costes externos son tan determinantes o más que la realización de nuevas infraestructuras".
¿Traducción? "Gestión de la demanda", "principios de tarificación basados en el uso" e "internalización gradual de costes externos" son, todos ellos, términos técnicos que vienen a decir la misma cosa: implantación de nuevos peajes para conductores y transportistas por el uso de autovías y redes viarias hasta ahora gratuitas.