LD (M. Llamas) Bernanke comienza a mostrar sus cartas ante la llegada de nuevas quiebras bancarias en EEUU. El pasado mes de marzo la Reserva Federal acudió al rescate del banco de inversión Bear Stearns. En las últimas semanas se han vuelto a disparar todas las alertas ante la delicada situación financiera que atraviesan los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac, tal y como avanzó LD.
Ambas entidades deberán renovar en breve una deuda próxima a los 230.000 millones de dólares. Al tiempo que la crisis subprime se está trasladando ya en forma de impagos crecientes al ámbito de las hipotecas de calidad media e, incluso, alta, tal y como adelantó este periódico. No son lo únicos. Los inversores apuestan por que otro gran banco entre en quiebra en los próximos 6 meses. Una percepción que coincide en el tiempo con la negociación que está llevado a cabo Lehman Brothers para desprenderse de, al menos, la mitad de su capital social.
Ante el riesgo de que caigan nuevas entidades, Bernanke advierte limitará el lanzamiento de salvavidas. El presidente de la Fed prepara sus cartas para la llegada de la segunda crisis financiera. En un simposio celebrado en Jackson Hole, Wyoming, Bernanke lanzó su particular aviso para navegantes.
“Como ustedes saben, en marzo la Reserva Federal llevó a cabo las acciones necesarias para evitar el default (quiebra) del banco de inversión Bear Stearns”. Pues bien, “si no contemplamos nuevas medidas, ello podría ser percibido como una extensión implícita de la red de seguridad” arguyendo la excusa de que ciertas entidades son “demasiado grandes para quebrar”, tal y como ha advertido este viernes el inversor Warren Buffet.
De este modo, en su discurso, bajo el título de "Riesgo Sistémico", Bernanke ha reconocido que si no se limitan los rescates, bajo estrictas condiciones, se podría prolongar la toma de “excesivos riesgos” crediticios por parte de las entidades e, incluso, podría desembocar en la llegada de un “riesgo sistémico mayor en el futuro”.
Reforma de sus estatutos internos
Por ello, abordar este problema es uno de los “retos de diseño a considerar sobre la evolución futura de nuestro sistema”. De este modo, está reconociendo implícitamente el riesgo de que la Fed se vea obligada a acudir a nuevos rescates bancarios ante llegada de más quiebras. Sin embargo, advierte que está estudiando aplicar ciertos cambios en sus estatutos y planes de acción a fin de penalizar tales medidas.
En este sentido, cabe recordar que los accionistas de Bear Stearns perdieron casi toda su inversión tras el rescate acordado entre la Fed y JPMorgan.
Así, la mayor parte de los comentarios de Bernanke se refirieron a la necesidad de mejorar el sistema de regulación para reducir los “riesgos sistémicos” que enfrenta el sector financiero estadounidense. En este sentido, insistió en la necesidad de obtener más poderes del Congreso de EEUU para tratar de imponer una “macrorregulación prudencial” sobre el sistema financiero.
Combatir la inflación
Por otra parte, Bernanke pronosticó que la inflación se moderará en la primera economía del mundo, pero prometió estar listo para actuar si las alzas de precios se desbocan.
Aunque reconoció que su país se enfrenta a una de las coyunturas económicas más complicadas "de las que se tienen memoria", Bernanke ofreció un rayo de luz en un discurso en una conferencia en Wyoming.
El presidente del banco central estadounidense calificó de "alentadora" la caída de los precios de las materias primas y el fortalecimiento del dólar. Esos factores, junto con un ritmo de crecimiento económico más lento en Estados Unidos, si se mantienen moderarán la inflación este año y el siguiente, explicó.
La caída del ritmo inflacionario se sentirá ya el próximo mes, según el departamento de análisis del banco ING. No obstante, Rob Carnell, uno de sus economistas, alertó en una nota enviada a los clientes que "no hay indicación de que esto permita a la Fed aflojar la política (monetaria) pronto".
La razón es que las perspectivas inflacionarias siguen siendo "altamente inciertas", como enfatizó Bernanke, en gran medida por la dificultad al predecir el comportamiento de los precios de las materias primas, en su opinión.
Aunque reconoció que su país se enfrenta a una de las coyunturas económicas más complicadas "de las que se tienen memoria", Bernanke ofreció un rayo de luz en un discurso en una conferencia en Wyoming.
El presidente del banco central estadounidense calificó de "alentadora" la caída de los precios de las materias primas y el fortalecimiento del dólar. Esos factores, junto con un ritmo de crecimiento económico más lento en Estados Unidos, si se mantienen moderarán la inflación este año y el siguiente, explicó.
La caída del ritmo inflacionario se sentirá ya el próximo mes, según el departamento de análisis del banco ING. No obstante, Rob Carnell, uno de sus economistas, alertó en una nota enviada a los clientes que "no hay indicación de que esto permita a la Fed aflojar la política (monetaria) pronto".
La razón es que las perspectivas inflacionarias siguen siendo "altamente inciertas", como enfatizó Bernanke, en gran medida por la dificultad al predecir el comportamiento de los precios de las materias primas, en su opinión.
Incertidumbre
Por ello, insistió en su discurso en Wyoming que el banco central vigilará "estrechamente" las señales de inflación y que "actuará como sea necesario" para mantener la estabilidad de precios.
Gran parte de los analistas prevén que el Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal dejará sin cambios las tasas de interés en su próxima reunión, el 16 de septiembre, y probablemente por el resto del año.
El banco central no ha tocado el precio del dinero en sus últimas reuniones, pese a la debilidad económica y los problemas en los mercados financieros, por el miedo a que una bajada del valor del dinero reventara los goznes de la inflación.
Por ello, insistió en su discurso en Wyoming que el banco central vigilará "estrechamente" las señales de inflación y que "actuará como sea necesario" para mantener la estabilidad de precios.
Gran parte de los analistas prevén que el Comité del Mercado Abierto de la Reserva Federal dejará sin cambios las tasas de interés en su próxima reunión, el 16 de septiembre, y probablemente por el resto del año.
El banco central no ha tocado el precio del dinero en sus últimas reuniones, pese a la debilidad económica y los problemas en los mercados financieros, por el miedo a que una bajada del valor del dinero reventara los goznes de la inflación.