LD (Europa Press) El ex presidente del Gobierno José María Aznar ha propuesto flexibilizar más el mercado de trabajo en España y reducir el gasto público como mecanismos para frenar la crisis económica, de la que dijo que puede prolongarse más allá de 2010 y que podría provocar más de cuatro millones de parados.
Durante una conferencia pronunciada en Zaragoza en la clausura del Congreso de Empresarios Hoteleros Españoles, el también presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) se remitió a "los expertos" para negar que la economía española empiece a recuperarse de la crisis el próximo año, 2009, ni en 2010.
En este sentido, ha dicho que la crisis puede durar en España entre seis y diez años y alertó de la posible llegada de "una década de estancamiento, paro masivo y cierres de empresas".
Entre las singularidades de la crisis española, mencionó el "excesivo incremento del gasto público", de más del 9% cada año, y también la subida de impuestos, que "pesan como una losa sobre la economía española".
Otro factor es el "brutal" desequilibrio de las cuentas exteriores de España, lo que coloca a España "en el disparadero ante cualquier contracción del crédito internacional". Además, aludió a la situación de la inflación un punto porcentual por encima de la de los países competidores, "lo que ha erosionado la competitividad".
Según Aznar, en España se han producido "retrocesos" en "el terreno de la flexibilidad y la liberalización", sobre todo en el mercado de trabajo, "hoy más rígido a raíz de la anti-reforma de 2005". Asimismo, la modificación de la Ley del Suelo en 2006 ha provocado efectos "perniciosos".
Reforma Laboral
El presidente de FAES ha dicho que "España necesita acometer una profunda reforma laboral que no eluda aspectos como la negociación colectiva, la intermediación laboral, las políticas activas, la movilidad geográfica y laboral o los incentivos a permanecer activo y empleado". También recomendó liberalizar los mercados en general.
Aznar lamentó la "intromisión de los poderes públicos en decisiones que deberían ser puramente empresariales", por ejemplo mediante la aprobación del Código de Buen Gobierno, "por no hablar de las interferencias políticas en grandes operaciones empresariales en el sector de la energía de todos conocidas". Ha criticado el "deterioro institucional" derivado de la pérdida de autonomía de organismos reguladores, como el Banco de España, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la Comisión Nacional de la Energía.
Además, ha recomendado restaurar la confianza en el seno del sistema financiero español y propuso al actual Gobierno central que reflexione sobre "el alcance de las medidas adoptadas" y "quizás, si ello fuera necesario, emprender medidas de mayor alcance".
Así, ha advertido de que si no se restablecen los canales de crédito interbancario y los canales de préstamo a las familias y las pymes, el resto de medidas verán limitada su eficacia. Aznar ha pedido "austeridad máxima" en las Administraciones públicas, que debe ser "drástica" en el caso del gasto corriente y no durante sólo un año, así como más eficiencia y transparencia.
Además, solicitó una "profunda y urgente" reforma fiscal, reduciendo los impuestos que gravan el empleo y también los que perjudican la competitividad empresarial, y estimó necesario rebajar "sustancialmente" el Impuesto de Sociedades en su tipo general, aumentar los incentivos fiscales a las acciones de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i).
En este sentido, también ha apostado por "reconstruir el mercado nacional", rechazando así las "barreras" reguladoras levantadas por comunidades autónomas. Igualmente, propuso abrir "un debate sereno en torno a la energía nuclear".
Recuperar el PHN
El ex presidente ha abogado por recuperar el Plan Hidrológico Nacional (PHN) que aprobó, como ley estatal, su segundo Gobierno (2000-2004), lo que incluye las obras del Pacto del Agua y "las transferencias del agua excedentaria", lo que en aquella ley se concretó en el proyecto de trasvase de agua del río Ebro al Levante.
Según expresó, "las políticas que pretenden atribuir la propiedad del agua de los ríos españoles a cada comunidad autónoma, además de inconstitucionales son un grave error". Otra reforma que se ha de emprender es la del Pacto de Toledo y crear un Pacto Nacional por la Sostenibilidad Financiera del Sistema Sanitario "que permita avanzar en el camino de las reformas". También son precisas las reformas "de calado" en el sistema educativo, señaló el ex presidente del Gobierno central.
En general, Aznar pronosticó que la recesión en España "va a ser intensa y prolongada" y auguró que las consecuencias serán "muy profundas" y afectarán a "millones de personas". "La recesión no ha hecho más que empezar" y hay 3.100.000 parados, prosiguió Aznar, quien opinó que "la economía española reúne condiciones necesarias para que se produzca esa recesión profunda, fuerte y de efectos antisociales".
Aznar comparó la crisis española con la estadounidense, de la que dijo que sus efectos durarán pocos meses y que la economía norteamericana "será la primera del mundo que levante cabeza, y eso que muchos han puesto a Estados Unidos como causa de todos los problemas de la economía mundial", lo que es "útil" para esconder problemas locales.
Estados Unidos se recuperará antes de la recesión porque la burbuja inmobiliaria comenzó antes que en Europa y su dimensión es menor, además de que los precios se ajustan más que en Europa y Japón, dijo el ex dirigente del PP. La flexibilidad laboral permite la recuperación más rápida de su mercado de trabajo, agregó Aznar.
Como ejemplo de la fortaleza de la economía norteamericana, comentó que saltaron las alarmas cuando el mes pasado aumentó el número de desempleados en 140.000 personas, de un total de 120 millones de trabajadores, mientras que en España la cifra subió en 200.000 personas, sobre una masa laboral de 19 millones.
Aznar ha resaltado que el Gobierno federal y el Congreso de Estados Unidos están decididos a adoptar medidas para sanear su economía y la Reserva Federal (su Banco central) está respondiendo "de manera positiva". Asimismo, ha mencionado la "racionalidad y el pragmatismo" con que los estadounidenses resuelven sus problemas económicos.
Crisis en Europa
Aznar ha dicho que en Europa y especialmente en España, las perspectivas son "peores" que en Estados Unidos e indicó que economías dinámicas como Holanda e Irlanda también han entrado en la recesión y anunció que "el frenazo" se extenderá a la Europa del Este, lo que perjudicará a la economía alemana, que a su vez está a la cabeza de la economía de Europa occidental. "La mayoría de los países europeos no pueden presumir de flexibilidad", lamentó.
Además, vaticinó que en la Unión Europea "se va a plantear una mayor, pero no mejor, intervención pública, regulación, rigidez en los mercados y protección comercial frente al exterior y no van a ser pocos los recortes de la libertad económica", un camino que constituye "un error y sólo va a servir para empeorar las cosas, aumentar la brecha de riqueza por habitante con Estados Unidos y ver cómo aumenta el número de millones de desempleados".
La mayoría de los países europeos necesita reformas estructurales de sus economías, consideró Aznar, quien añadió que "el conjunto de Europa no está bien". Aznar pronosticó la llegada de un periodo de entre tres y cinco años de "serio estancamiento" de las economías europeas. Antes que emprender las reformas que el ex-presidente de España considera necesarias "siempre será más fácil echarle la culpa a la economía libre".