El caso del Principado de Asturias es interesante porque ni sus pequeñas dimensiones ni la crisis económica actual son obstáculos para que sus dirigentes autonómicos ejerciten su vena solidaria, por supuesto con el dinero de los contribuyentes asturianos. En eso consiste la convocatoria de subvenciones a organizaciones no gubernamentales publicada en el diario oficial del principado, que por importe de 7.350.000 euros va a llenar de felicidad los corazones de los dirigentes solidarios, y de euros sus cuentas bancarias, por supuesto con un buen fin.
Atención a la justificación ética del dispendio porque no tiene desperdicio: "El Gobierno del Principado de Asturias, consciente del papel que han de desempeñar las Administraciones Públicas, desea contribuir un año más a través de la presente convocatoria, a paliar, en la medida de lo posible, el desequilibrio territorial existente en el mundo" (sí, han leído bien, el desequilibrio ¡territorial! del mundo).
¿Qué pinta una comunidad autónoma dando dinero para cooperación internacional? Aparentemente nada, puesto que la competencia en materia de política exterior corresponde al Gobierno central en exclusiva. Sin embargo, hay infinidad de ONG’s en todas las comunidades a las que hay que atender convenientemente permitiéndoles fagocitar un trozo de la tarta presupuestaria. Y si de paso las autoridades pedáneas ayudan a paliar "el desequilibrio territorial" del planeta, pues subvención sobre hojuelas.
La Junta de Galicia es más modesta que su vecina oriental y en lugar de intentar acabar con los "desequilibrios territoriales" del planeta Tierra, prefiere hoy destinar sus recursos a subvencionar también a ONG’s, faltaría más, pero de las modestas; aquellas que se preocupan del bienestar de los paisanos. En total, 706.572 euros para las entidades sin ánimo de lucro que se dedican a la integración de inmigrantes y al cuidado de personas mayores o incapacitadas.
Y el premio al despilfarro del día se lo lleva hoy, muy merecidamente, la comunidad autónoma de Murcia, que publica una convocatoria de subvenciones con el noble fin de fomentar el empleo a través de los ayuntamientos y las ONG’s. Curiosa, por cierto, la polivalencia de las organizaciones no gubernamentales, que lo mismo llevan a cabo un proyecto solidario en el sur de Ruanda, que colaboran a acabar con el paro dentro de nuestras fronteras. Qué versátiles, ¿no?
Sea como fuere, y gracias a las transferencias de fondos del gobierno central y la UE, Murcia convoca subvenciones por un total de 22.577.698 euros, ahí es nada, para que los ayuntamientos y las ONG’s contraten a desempleados con el fin de realizar trabajos sociales o tareas solidarias. Es el famoso "cavar zanjas para luego rellenarlas", en frase hecha de la sabiduría popular, que tan recurrente resulta en los municipios de España cuando los ayuntamientos contratan rotatoriamente a parados locales el tiempo suficiente para que vuelvan a cobrar el subsidio.
¿Y las ONG’s concursantes? Pues de toda esa millonada tendrán a su disposición 981.263 euros para contratar a personal en paro y ponerles a hacer solidaridad ocho horas diarias. ¿O es que pensaban los asturianos que sólo ellos son solidarios?